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Radar UNCUYO identificó y empezó a trabajar en cinco retos tecnológicos

Equipos de investigación de distintas unidades académicas desarrollaron soluciones innovadoras a los desafíos planteados por cinco empresas locales. Con esta experiencia, da sus primeros pasos un programa que ideó el Área de Vinculación para conectar capacidades científicas con demandas reales.

imagen Radar UNCUYO identificó y empezó a trabajar en cinco retos tecnológicos

En el Rectorado se realizó la ceremonia de firmas y adjudicación de fondos de la convocatoria Retos Tecnológicos 2025.

La Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) formalizó los acuerdos específicos entre empresas mendocinas y equipos de investigación que van a trabajar juntos en soluciones para el sector productivo. Son cinco retos tecnológicos planteados por Mercier, Distrocuyo, Bodega Claroscuro, Hema e Inka Expediciones que desafían las capacidades científico-tecnológicas de diferentes unidades académicas.

Desde el programa Radar UNCUYO —una iniciativa del Área de Vinculación y Transferencia Científico Tecnológica—, se buscaron aquellos desafíos y necesidades del sector socio productivo, especialmente las empresas de Mendoza, y luego se identificaron las capacidades que tiene la Universidad en sus laboratorios, con sus grupos de investigación y sus gestores, para resolver esos problemas y ayudar al medio a tornarse más competitivo y generar innovación.

La conformación de los equipos de investigación asegura un abordaje interdisciplinario e integral de los problemas. Pertenecen a las facultades de Artes y Diseño (FAD), Ciencias Económicas (FCE), Ciencias Aplicadas a la Industria (FCAI), Ciencias Médicas, (FCM) y Ciencias Exactas y Naturales (FCEN), los Institutos Balseiro (IB) y Tecnológico Universitario (ITU), y el Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas (IADIZA-CONICET). Tienen un plazo de 180 días para implementar sus propuestas.

El Comité Evaluador de esta primera convocatoria estuvo integrado por Federico Morabito, de la Agencia Mendocina de Innovación, Ciencia y Tecnología, Romina Fariña, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Juan Carlos Najul, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Teresa Damiani, de la secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado de la UNCUYO, y Ángel Quiles, de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Facultad Regional San Rafael. 
 


 

La ceremonia de adjudicación

“Es una alegría avanzar con Radar y los desafíos que se han planteado desde este programa. Hace mucho tiempo que venimos trabajando en este tema, hemos logrado sistematizar y tener un inventario de cuáles son los talentos que tenemos en nuestra universidad, a qué se dedican, qué disciplina, cuáles son los proyectos de investigación, cuáles son las líneas de investigación, pero también una identificación de las demandas, porque nuestro rol como universidad es ser el vínculo entre esta producción de conocimiento, entre las investigaciones, y las necesidades de la sociedad”, subrayó la rectora Esther Sanchez

En esta función de vinculación, señaló que el objetivo es resolver juntos los problemas, los planteos, los desafíos de la sociedad. “Para eso estamos hoy aquí, porque la idea es trabajar de un modo sistémico. Hace muchos años que la Universidad trabaja con el medio, hace muchos años que la Universidad investiga. Siempre comento, y no me canso de repetirlo, que Mendoza no sería lo que es, y la región en su conjunto, sin los aportes y las investigaciones de la Universidad Nacional de Cuyo”, aseguró.

Para dar un paso más allá, y sistematizar esta vinculación, Sanchez remarcó que es fundamental el trabajo del sector privado, de las empresas, de los investigadores, de la FUNC, y por supuesto del equipo de Vinculación de la UNCUYO —liderado por el vicerrector Gabriel Fidel—. En este camino, consideró primordial ir co-construyendo: “No es que la universidad sea la dueña exclusiva de los saberes, del conocimiento. No. De lo que se trata es precisamente de intercambiar experiencias, conocimientos, saberes, para construir soluciones”. 

“Felicitaciones al equipo por esta idea de generar estos desafíos, pero fundamentalmente por el trabajo con cada uno de los empresarios que está interesado en mejorar. La matriz productiva de Mendoza tiene que mejorar. Los desafíos de estos tiempos son enormes. La tecnología nos atraviesa y tenemos que estar a la altura de eso. Y creo que es muy bueno poner en valor que el empresariado mendocino siempre está aspirando a mejorar lo que hace. Y qué mejor que hacerlo en conjunto”, concluyó la Rectora.
 


A su turno, el coordinador general del Área de Vinculación, Juan Pablo Miguel, celebró este momento de adjudicación —a pocos meses del lanzamiento de RADAR—, resaltando que es un paso importante para la función de vinculación universitaria. “Además de vincularse con el medio, con el sector socio productivo, con sus principales actores, la Universidad tiene que transferir productos, transferir servicios. Y para eso, nos trazamos como objetivo establecer una metodología a ese trabajo que ya se venía haciendo. Iniciativas previas ya habían existido y lo que hicimos fue hacer un rastreo y crear un programa marco, que es Radar, para hacer un gran relevamiento de las capacidades instaladas, de la oferta tecnológica que tiene nuestra Universidad”, detalló, agradeciendo, especialmente, el apoyo e involucramiento del Centro Científico Tecnológico Mendoza y todos sus institutos: “Muchos de esos servicios a terceros en materia de transferencia tecnológica están guiados por el CONICET”, afirmó.

Miguel destacó, dentro de este proceso, la labor del ecosistema local, conformado por referentes del INTA, del INTI, de la CNEA y de la Agencia provincial de Innovación, cada uno ocupando distintos roles. También el enorme trabajo de la responsable de la Secretaría de Investigación del Rectorado, Teresa Damiani, quien fue “una fuente de consulta permanente para nosotros, junto a su equipo”, agradeciendo especialmente a los docentes investigadores que se sumaron a los desafíos. 

Para la adjudicación de los retos, Miguel indicó que un partner importante fue la Fundación UNCUYO (FUNC), que es la unidad de vinculación tecnológica encargada de hacer el matcheo con el sector socio productivo, detectando demandas concretas, reales, de empresas referentes de la matriz local. 

Otro aspecto relevante es que tres de los cinco retos planteados, están integrados por equipos de investigación de distintas unidades académicas. “Esto implica que hay un trabajo interfacultades, que también era uno de los objetivos que nos habíamos trazado, el de lograr una mayor y mejor coordinación entre las distintas unidades académicas”, dijo para cerrar, el coordinador.
 


 

Empresas, equipos, retos y soluciones

☛ Vivero Mercier + FAD-IADIZA-FCE: proyecto de innovación biotecnológica para la vitivinicultura, con enfoque económico y proyección internacional. El proyecto incluye plan de negocios, normativa y diseño web, impulsando la competitividad de la industria a nivel regional y nacional.

☛ Distrocuyo + IB-ITU-FCAI: proyecto de optimización del uso de hidrógeno verde. Inicialmente se propusieron procedimientos técnicos, pero luego se orientó hacia un diagnóstico integral. Es probable que el enfoque original quede obsoleto.

☛ Bodega Claroscuro + FCA: proyecto de innovación agroindustrial para enriquecer la gastronomía regional mediante nuevos productos derivados de la nuez, como el aceite de nuez.

☛ Hema + FCM-FAD: proyecto de alto impacto en salud provincial y regional, basado en el desarrollo de un protocolo para el uso de tecnologías de análisis molecular y genético, enfocado en madres gestantes.

☛ Inka Expediciones + FCEN: proyecto de desarrollo tecnológico experimental con biodigestores y nanotecnología para el tratamiento de residuos fisiológicos humanos en el Parque Provincial Aconcagua. Resolución con prototipos, se trata de un proyecto innovador, aunque con riesgos de falla.

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