"No es posible avanzar y transformar la Universidad si nuestra comunidad no estudia y trabaja en armonía", afirma la rectora Esther Sanchez, reconociendo la importancia que tiene el bienestar para quienes transitan diariamente la Universidad Nacional de Cuyo.

Este concepto se configura como nuevo un eje organizador de las actividades de la Universidad —junto con la innovación académica, la sostenibilidad, la transformación digital y la investigación con impacto—. Dos Secretarías del Rectorado se ocupan de planificar estrategias y desplegar acciones que apuntan al desarrollo integral de la comunidad y a que sus miembros "disfruten" su paso por la casa de estudios. 

Estrategias orientadas al bienestar 

En la búsqueda de mejorar y potenciar la calidad de vida de su comunidad, principalmente de sus estudiantes, la Secretaría de Bienestar Universitario (SBU) ofrece una gran variedad de servicios y beneficios en sus tres sedes Gran Mendoza, San Rafael y Bariloche. Lo hace a través de la coordinación y gestión de programas de becas, prestaciones de salud, comedores, jardines maternales, residencias e iniciativas deportivas y turísticas. 

Habitar la universidad

El Comedor Universitario como un lugar de estudio, esparcimiento y descanso, ese es el cambio de concepto que persigue la SBU buscando cumplir el objetivo que los reformistas plantearon en el Manifiesto Liminar: "Ir a las universidades a vivir, no a pasar por ellas". Es por ello que se amplió el horario de atención —de 9 a 18— para ofrecer desayunos, almuerzos económicos y sanos (con opciones vegetariana y celíaca) que incluyen sopa gratis, servicio de takeaway (comida para llevar) y viandas para la cena. 

Otro lugar de encuentro de suma importancia para la comunidad universitaria es el Club. Sus instalaciones están en permanente mejora, siendo su última obra la Cantina UNCUYO, un área de esparcimiento que fomenta los «terceros tiempos». Próximamente se construirá una cancha de césped sintético para acompañar el crecimiento de varias disciplinas y ampliar los servicios para deportistas universitarios.

En la línea de ampliar y mejorar espacios, se proyectan dos edificios estratégicos —resultado de la gestión de la UNCUYO ante la Nación—: uno ubicado en el Campus, para la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, y otro en el Sur, para la delegación San Rafael de la Facultad de Ciencias Económicas.

Oferta de becas y deportes 

La población estudiantil cuenta con un sistema de becas y subsidios unificado, que consiste en un registro online para facilitar la inscripción y el pago (actualmente más de 4500 jóvenes acceden a un programa de 10 becas). Además, se realizan tutorías y se ofrecen incentivos para estudiantes en contexto de encierro y subsidios para situaciones particulares.

Una aspecto central para quienes estudian o trabajan es la actividad física y la vida saludable. Por ello, la SBU dispone de las instalaciones y los recursos humanos necesarios para practicar distintos deportes, tanto federado como amateur —la identidad estudiantil UNCUYO se ve reforzada este año con las Olimpíadas Interfacultades—. A su vez, para toda la comunidad también se ofrecen propuestas recreativas para el disfrute del tiempo libre, la salud y el bienestar, así como alternativas turísticas y de esparcimiento orientadas a generar experiencias enriquecedoras.   

Salud accesible e integral, espacios con más igualdad e inclusión

Con la premisa de ser una «Universidad Saludable», la SBU brinda atención médica primaria gratuita de estudiantes, además de programas y dispositivos de prevención y promoción para los distintos claustros (más de 600 jóvenes participaron de 15 talleres grupales). En el último tiempo, el abordaje de las problemáticas de salud mental —tanto en unidades académicas como en colegios secundarios— ha motivado acuerdos con el gobierno provincial para avanzar en tratamientos y herramientas de detección de riesgos. 

En tanto que el compromiso de la UNCUYO con la igualdad y la inclusión, se ve reflejado en la jerarquización de las políticas de género —creación de la Dirección de Mujeres, Género y Diversidad—, y el incremento del 500% en la asignación presupuestaria para afianzar iniciativas como cupo laboral y becas preprofesionales para la población travesti, trans y no binarie.

A su vez, para garantizar que cada voz sea escuchada y que todas las perspectivas sean consideradas, se lanzó la Red Interna de Políticas de Género; y a nivel del sistema universitario nacional —en el ámbito del CIN— la UNCUYO participa en la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y Contra las Violencias y en el Foro de Rectoras y Vicerrectoras.

Participación,  ciudadanía y formación para el empleo

Para promover el compromiso social y las habilidades duras y blandas, la SBU en marcha el Programa de Voluntariado Universitario (casi 300 estudiantes completaron unas 19mil horas). Al mismo tiempo, se fomenta la ciudadanía activa y participativa a través de diversas iniciativas para la difusión, conocimiento y cumplimiento de derechos y deberes (con la acción «Boleta Única Check» se capacitó a más de 2000 estudiantes). 

Transformar el lugar de estudio, explora nuevos conocimientos, divulgar acciones y saberes, transmitir mensajes o simplemente atender demandas de estudiantes son algunas de las ideas que se pueden presentar al Fondo de Iniciativas Estudiantiles (FIE) para generar impacto en esta comunidad ($1.3 millones financiaron casi 25 proyectos elaborados por más 120 universitarios). 

Estos dos programas, sumados al Portal de Empleo, unen fuerzas para fortalecer la inserción de estudiantes y egresados en el mercado de trabajo (más de 600 estudiantes tomaron herramientas para optimizar su formación y capacitarse profesionalmente). Este portal ofrece el servicio de carga de currículum vitae (CV) para perfiles de empresas y consultoras (360 CV recibidos y casi 80 estudiantes vinculados con ofertas laborales). 

Estrategias orientadas a la extensión

Para fortalecer la extensión —una de las funciones sustantivas de la Universidad—, la Secretaría de Extensión Universitaria (SEU) pone en marcha y da continuidad a numerosos servicios, programas y proyectos. El devenir de estas acciones involucra la participación de los diferentes claustros universitarios y de organizaciones sociales e instituciones públicas del medio.

Salir al territorio

Con fondos de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) se financian iniciativas presentadas por las unidades académicas en temas como sostenibilidad, prácticas sociales educativas, arte y cultura, entre otros.

A través del programa Mauricio López —de extensa trayectoria en el medio— se articulan proyectos con poblaciones en situación de vulnerabilidad (más de 600 referentes universitarios y sociales articularon experiencias en el territorio). Estas prácticas de inclusión social también despiertan interés en los colegios preuniversitarios (16 proyectos en marcha).

Otro programa en auge son las Prácticas Sociales Educativas (PSE), las cuales se afianzan como estrategia de innovación pedagógica (casi 700 miembros universitarios y sociales tuvo la última convocatoria). 

Todas estas iniciativas extensionistas pronto se verán plasmadas en la plataforma MAPUNCU, un mapa de georreferenciación creado para planificar y distribuir recursos y como base de datos para las autoevaluaciones institucionales.

Actuar con responsabilidad social

La agenda de la SEU también está atravesada por el eje de sostenibilidad. A través del programa LOOP se materializa una experiencia piloto de reciclaje de residuos orgánicos que ya alcanzó los 1500 kilos compostados y unas 70 personas capacitadas. En el Laboratorio de Juegos, cooperativas de recuperadores urbanos de Mendoza se dedican a elaborar productos lúdicos, a partir de materiales reciclables y con pedagogías alternativas (210 productos ya están listos y otros tres en desarrollo). 

También son parte de esa agenda las acciones destinadas a estrechar lazos con graduados y graduadas. Entre ellas, se destaca un segmento especial en Señal U destinado a visibilizar sus proyectos, emprendimientos y experiencias de vida. También, la habilitación de licencias Microsoft 365 (se otorgaron casi 400) en línea con el eje de transformación digital, producto de un relevamiento en todas las unidades académicas. Por último, la colaboración en el programa Mendoza Futura para enseñar a estudiantes secundarios una serie de conocimientos tecnológicos integrados con habilidades blandas (400 profesionales aprobaron la evaluación para ser facilitadores).

Apostar al arte y la cultura  

Desde la SEU también se profundizan iniciativas que contribuyan al desarrollo cultural de la Provincia, promoviendo las industrias creativas del sector. Este impulso empieza primero por casa, con proyectos y actividades que encarnan los diferentes organismos artísticos de la UNCUYO, y que los lleva a destacarse en el país y el mundo. Asimismo, bajo una visión de internacionalización artística cultural, se estimula la participación de elencos y directores extranjeros en conciertos y espacios de formación.  

Un exponente cultural de la Universidad es su Cine, que ostenta más 25 años de trayectoria. Este espacio, comprometido siempre con la mejor programación y experiencia para la comunidad cinéfila, abrió una nueva sala en San Rafael, en las instalaciones de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria (FCAI).  

Otro ámbito de encuentro para la cultura es la Nave UNCUYO, que sigue creciendo en eventos artísticos, educativos y culturales, y en concurrencia de público (68 mil visitantes en el último año). La escena musical, por caso, se ha nutrido con la actuación de artistas locales independientes (12 bandas en ocho fechas y casi 1000 asistentes).  

Pensando en cómo profesionalizar y difundir el trabajo de artistas visuales, desde la plataforma PULSAR se facilita la adquisición de obras de forma ágil y segura y por medio del contacto directo. Además, se impulsa un espacio de capacitación y reflexión permanente para estimular el diálogo e intercambio de experiencias de la comunidad.

Una propuesta artística educativa que se repite —ante la demanda de las escuelas mendocinas— son los Conciertos didácticos de la Orquesta Sinfónica, un ciclo dedicado a introducir a las infancias y jóvenes en el mundo de la música orquestal (más de 1500 niños y niñas participaron en la edición más reciente).