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La UNCUYO explora recursos y buenas prácticas para protegerse de riesgos digitales

La Secretaría de Transformación Digital generó una instancia de aprendizaje e intercambio sobre temas de ciberseguridad con la comunidad universitaria. Además del equipo de TxD, disertaron referentes de Metared, el CIN y Microsoft. Entre las tendencias, riesgos y desafíos del mundo digital, la lupa está puesta en generar conciencia y en el comportamiento humano.

imagen La UNCUYO explora recursos y buenas prácticas para protegerse de riesgos digitales

La jornada forma parte del proceso de digitalización y avances tecnológicos que lleva adelante la Secretaría de Transformación Digital.

En el Mes de la Ciberseguridad, la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) propició un espacio de encuentro para aprender, reflexionar y socializar buenas prácticas que ayuden a su comunidad a estar más segura frente a los nuevos desafíos tecnológicos. Así lo evidenció la IV Jornada de Transformación Digital, edición especial Ciberseguridad que organizó la secretaría homónima (TxD).

El encuentro permitió explorar los principales desafíos en ciberseguridad que enfrentan las universidades, la vulnerabilidad de los sistemas y los recursos que tienen a disposición para protegerse de ataques virtuales. Sobre esto, profundizaron tanto especialistas de la UNCUYO, como referentes invitados del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), de Metared TIC AR y de Microsoft. Los primeros, por ejemplo, compartieron experiencias sobre las acciones que la casa de estudios ya realiza en materia de seguridad digital.

“Esto es un paso más dentro de lo que hacemos todos los días. Esta vez hacemos una puesta en común; esta vez lo socializamos, lo compartimos", expresó el secretario de Transformación Digital, Roberto De Rossetti, sobre el encuentro, del que rescató, primordialmente, la idea de conciencia. "El punto débil, por donde se va a quebrar el tema de ciberseguridad, es por la conciencia y por el comportamiento humano, no por las herramientas”, aseguró. 

El trabajo colaborativo de las unidades académicas, el aprendizaje a partir del error, propio y ajeno, son aspectos que el funcionario académico destacó como importantes. “Todos tenemos que colaborar y mejorar el estándar y levantarlo un poquito más todos los días”, dijo, al tiempo que señaló que el norte “al cual tenemos que ir todos” es la norma ISO 27.001, referida al Sistema de Gestión de la Seguridad de la Información (SGSI) en las organizaciones.
 

De Rossetti, en las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras.

Para ampliar esto último, introdujo el concepto de seguridad física para hablar de un proyecto de la secretaría para el monitoreo de todo el sistema del Campus, con domos monitoreados las 24 horas, con inteligencia artificial: “No va a sacar fotos de la gente, va a detectar patrones de comportamiento —dijo y agregó— Estamos tratando de reducir el gasto de seguridad física, seguridad humana. No eliminarla, sino bajar el nivel de horas y complementar con este tipo de herramientas”.

“La secretaría es de Transformación Digital. Tiene dos palabras: transformación y digital. Lo digital es fácil, lo digital se resuelve con dinero, con más inyección de plata, de hardware, de equipo, de servicio, etc. El problema es la transformación. Y la transformación está en nosotros. De nuevo, conciencia. Digo, esta transformación es la que más nos cuesta dentro de la Secretaría. Esa transformación la tenemos que hacer propia las personas, las instituciones, los procesos, incluso, las herramientas que no son personas, que son agentes que actúan en nombre de la universidad. Incluso, esos agentes deberían hacerse propios de la seguridad que están manejando información”, subrayó.

Además, hizo un esbozo del desafío institucional que plantea el tema. “¿Cómo hacemos para que las universidades, cualquier organización, embeba a su gente en el compromiso de que un dato puede ser la vida de una institución?, si no se maneja adecuadamente, ¿no? Es como pensar, si manejas un auto, manejas un arma. Bueno, si manejas un dato, cuidado. Tenés que ser sumamente responsable de la misma manera, porque ese dato mal usado puede dañar tu institución”, reflexionó. 
 


La quinta revolución industrial 

Antes de dar inicio a la actividad, el secretario de TxD reflexionó sobre las ideas que postularon los ganadores del premio Nobel de Economía: Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt, quienes fueron reconocidos por explicar cómo la innovación impulsa el crecimiento sostenido. “Mokyr es historiador económico que sostiene que desde hace 200 años la humanidad viene creciendo económicamente, viene generando riqueza, porque hay un desarrollo tecnológico atrás que se logró aprovechar. Algo parecido es lo que hacemos en la universidad: tratamos de usar la tecnología para mejorar nuestros procesos y nuestras formas de ser mejores”, dijo en un tono comparativo.

En paralelo, mencionó lo que postulan los otros dos premios Nobel sobre el uso disruptivo de las tecnologías. “Aghion y Howitt dicen que una tecnología que rompe algo, genera otra cosa mejor. Al principio la primera impresión es un rechazo, pero después se aprecia que esa ruptura generó valor. Es decir, que les dan este premio porque logran modelizar matemáticamente todos estos procesos, y pueden saber qué va a pasar para adelante. Ellos muestran una curva que pega una subida en los últimos 200 años de crecimiento económico, que coincide con los 200 años de las revoluciones industriales”, concluyó De Rossetti.

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