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La Sinfónica lleva «La Rosa del Azafrán» a la Nave Universitaria

Junto al Coro de Cámara de la UNCuyo y el Ballet Español La Coruña, la Orquesta universitaria presentará esta emblemática obra del repertorio español el viernes 11 de noviembre, a las 21.30, en el espacio cultural de la Universidad.

08 de noviembre de 2016, 12:00.

imagen La Sinfónica lleva «La Rosa del Azafrán» a la Nave Universitaria

Bajo la batuta Rodolfo Saglimbeni, la Sinfónica ofrecerá el espectáculo junto al Coro de Cámara que conduce Fernando Ballesteros y el Ballet Español La Coruña, con la dirección de Cristina García de Kotlik.

Bajo la dirección del maestro Rodolfo Saglimbeni, la Sinfónica de la UNCuyo interpretará «La Rosa del Azafrán», una de las zarzuelas más conocidas de todos los tiempos.

Se trata de una obra muy popular en el repertorio lírico con música de Jacinto Guerrero y libreto de Federico Sarachaga y Guillermo Fernández-Shaw. Bajo la puesta en escena de Jorge Tixeira, actuarán la soprano Liliana Ruvira (Sagrario), el tenor Fernando Ballesteros (Juan Pedro), la soprano Andrea Dávila (Catalina), el barítono Marcelo Da Cortá (Moniquito) y el bajo Javier Ibañez (Carracuca).

La función se ofrecerá el viernes 11 de noviembre a las 21.30 en la Nave Universitaria (Maza 250 de Ciudad). Las entradas anticipadas se adquieren en la boletería, de 10 a 14 y de 17.30 a 20.

La obra

Su argumento hace referencias al amor, tan frágil como la flor del azafrán, peregrina otoñal “que brota al salir el sol y muere al caer la tarde”, como canta el protagonista.

Se refiere básicamente al amor entre dos personajes de diferentes clases sociales. La propuesta cuenta la historia de Juan Pedro, un humilde labrador, enamorado del ama Sagrario. Pero incapaz de romper la barrera social que les separa, Juan Pedro pide en matrimonio a Catalina, una moza del pueblo.

Sagrario consiente, llevando por dentro su dolor; pero Juan Pedro, dejándose llevar por sus verdaderos sentimientos, le termina confesando su pasión. Ella, por orgullo, le rechaza, y él, despechado, se marcha lejos. A Catalina, viendo la prolongada ausencia de Juan Pedro, no le queda más remedio que aceptar por marido a Moniquito, antiguo pretendiente. Al cabo de más de un año, Juan Pedro regresa sin haber podido olvidar a Sagrario, quien tampoco ha dejado de amarle.

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