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Estatuas vivientes coparán la Peatonal

Diecinueve artistas del país y del mundo se presentarán el sábado 13 de agosto, entre las 11.30 y las 13 en la esquina de Peatonal Sarmiento y San Martín. La actividad forma parte del Primer Festival Internacional de esa expresión artística que organiza la UNCuyo. Además, se ofrecerá un foro sobre estatuismo en la Nave Universitaria.

12 de agosto de 2016, 13:04.

imagen Estatuas vivientes coparán la Peatonal

El sábado 13, desde las 11.30, el público disfrutar del arte de los artistas en calle San Martín y Peatonal Sarmiento de Ciudad.

Con la idea de promover y visibilizar el trabajo de las estatuas vivientes, y revalorizar el arte en los espacios públicos se desarrolla un encuentro en Mendoza sobre ese fenómeno artístico.

La propuesta busca promocionar expresiones que apuesten a la innovación y creatividad de los artistas y acompañar las políticas culturales de la provincia.

Organiza el área de Producción de  la secretaría de Extensión de la UNCuyo, con el apoyo de las comunas de Capital, Guaymallén y el Gobierno de Mendoza.

El programa

El viernes 12 de agosto, de 16 a 19, las estatuas visitarán el paseo de compras Barraca Mall, en Guaymallén.

Mientras que el  sábado 13, desde las 11.30, se podrá disfrutar del arte de estos actores en calle San Martín y Peatonal Sarmiento de Ciudad.

Y en el cierre del encuentro, las actrices Mariela Olivera y Silvia Adriana Gigena y el investigador Carlos Fos ofrecerán un foro de estatuismo en la Nave Universitaria, de 17 a 19.30.

Sobre el fenómeno artístico

Las estatuas vivientes, conocidas también como las estatuas blancas o estatuas humanas, son actores que permanecen inmóviles por largos períodos de tiempo formando un decorado viviente en las ciudades. Su mirada casi siempre está perdida en el vacío y se encuentran en un espacio atemporal donde residen por un tiempo determinado y provocan un estado de contemplación a quienes los observan.

Esta práctica se remonta a la antigua Grecia, en la época, los enviados especiales para espiar al enemigo y no ser vistos se disfrazaban de estatuas. En la Edad Media y el Renacimiento estos actores eran comunes en celebraciones y fiestas. Además, en ciertas urbes, era habitual su presencia para flanquear las entradas por donde reyes y gobernantes pasaban.

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