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Programa para dejar de fumar es referencia a nivel nacional

La propuesta se destaca por su trabajo interdisciplinario, sistematización y elaboración de documentos guías, como estrategias específicas de la modalidad de intervención en el tratamiento tanto individual como grupal. El programa lo impulsa la obra social de la UNCuyo (Damsu) para mejorar la calidad de vida de sus afiliados y el público en general. Los interesados ya pueden anotarse.

27 de agosto de 2015, 11:32.

imagen Programa para dejar de fumar es referencia a nivel nacional

Damsu impulsa el programa intensivo de cesación tabáquica individual o grupal para afiliados y no afiliados desde 1992. Los profesionales a cargo de la propuesta abordan la enfermedad a través de tres líneas de acción: prevención, protección y cesación.

Fumar es una adicción sustentada en una triple dependencia: física o química (dependencia nicotínica), psicológica o emocional y social. Por lo tanto, dejar de hacerlo implica trabajar específicamente sobre cada una de estas dependencias. En tal sentido, el Departamento de Asistencia Médico Social Universitario (Damsu) pone a disposición un programa intensivo de cesación tabáquica individual o grupal para afiliados y no afiliados.

La propuesta está a cargo de un equipo de profesionales integrado por la médica clínica Mónica Altemir, la psicóloga social Diana Calderón, la nutricionista Estefanía Suarez y el profesor de educación física Juan Carlos Ojeda, quienes abordan la enfermedad a través de tres líneas de acción: prevención, protección y cesación. Bajo la coordinación del programa está Roxana Jaleff.

Los profesionales del Programa participaron en Mar del Plata del noveno Congreso Argentino "Tabaco o Salud" y del sexto "Encuentro Argentino-Uruguayo". Allí la propuesta logró destacarse por su trabajo interdisciplinario, sistematización y por los documentos guías que se elaboran cada año, como estrategias diferenciadoras de la modalidad de intervención que se concretan en el tratamiento tanto individual como grupal.

De lo que se trata es de educar para la no iniciación al tabaco y para prevenir enfermedades, ofrecer protección para los que no fuman creando espacios libres de humo ambiental de tabaco y hábitos o estilos de vida saludables, e impulsar el abandono del hábito de fumar en forma individual o grupal.

La duración del programa es de dos meses, con un encuentro semanal. Incluye una etapa diagnóstica individual que tendrá en cuenta la historia clínica, se realizará un test de dependencia nicotínica y motivación y se tomará decisión sobre respaldo farmacológico.  

Además, prevé una etapa de trabajo grupal intensivo en que se desarrollarán estrategias psicosociales para dejar de fumar,  se hará un abordaje nutricional para el síndrome de abstinencia y la prevención del aumento de peso, como así también se realizará actividad física con ejercicios de respiración y relajación. Por último, está la etapa de seguimiento, que contiene reuniones periódicas y contacto telefónico a los seis y doce meses de haber dejado de fumar.

“Dejar de fumar en cualquier momento es beneficioso para la salud. Uno podrá subir escaleras y caminar sin cansarse, tener menos arrugas, mejorar el olfato, además desaparece la tos productiva, disminuyen las gripes y resfríos, las posibilidades de tener un ataque cardíaco o cerebral, cáncer de pulmón, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y otras enfermedades pulmonares. También se reducen las probabilidades de que los niños recién nacidos sufran del síndrome de muerte súbita del lactante”, destacó la médica Mónica Altemir al referirse a los beneficios que se producen al abandonar la adicción.

Por su parte la licenciada Roxana Jeff indicó que el programa se fue modificando con el paso del tiempo de a acuerdo con los avances científicos, y que no sólo se trabaja en el tratamiento individual y grupal de las personas, sino que además se realizan campañas educativas enfocadas en las distintas franjas etarias y capacitaciones a docentes, médicos y embarazadas. “También desarrollamos distintas estrategias de asesoramiento a las unidades académicas de la UNCuyo que requerían ser espacios libres de humo de tabaco.”, enfatizó la referente de los programas preventivos que impulsa Damsu.

En tanto que la psicóloga social Diana Calderón ponderó los resultados de la iniciativa al mencionar que entre un 85 y 90 por ciento deja de fumar al finalizar el programa y entre un 35 y 40 por ciento al cumplirse un año al término del tratamiento. “Esto es positivo, está dentro de los porcentajes internacionales actuales y parámetros que se esperan, porque es una problemática recurrente como todas las adicciones”, sostuvo la profesional.

“Las personas deben saber que muchas veces se necesitan varios intentos para lograrlo, en esto  no hay fracasos. Cada intento y cada período que la persona está sin fumar son positivos, es un acercamiento a la abstinencia definitiva. Todos los intentos son buenos y no hay que desmoralizarse por tener una recaída en el hábito, siempre hay un avance y esto es posible”, finalizó Calderón.

Para informes e inscripción, los interesados pueden comunicarse con la sección Programas Preventivos de Damsu, de lunes a viernes de 8 a 13, al teléfono 4135000, interno 3202.

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