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Los Andes: Investigan ribetes místicos en el doble crimen del pedemonte

La perra de la foto fue la única que se salvó de la furia de los asesinos.

04 de febrero de 2005, 11:46.

Ninguna de las líneas de investigación que se abrió para saber por qué mataron a Pedro Zotomayor (41) y a Elena Vargas (37) tiene un origen claro; pero una serie de indicios hacen que los investigadores no descarten un costado místico en el homicidio ocurrido a principios de semana en el pedemonte.

El modo en que fueron colocados los dos cuerpos, el haber matado de un balazo a una de las perras que estaba con el matrimonio y el presunto hallazgo de una cabeza de ajo en la mano derecha del varón asesinado, potencian esta línea de la pesquisa.

Igual, gasta el momento, sólo se puede trabajar con los datos que se desprenden del análisis de los cuerpos, a la espera de que la necropsia aporte un dato revelador; signos que permitan hacer interpretaciones.

En tanto, se supo que la otra perra que el matrimonio había sacado a pasear (una de las ellas estaba viva al lado de los cadáveres), apareció muerta de un disparo.

Esta falta de elementos provocó que se potenciaran algunos supuestos que, en otra circunstancias, hubieran parecido hasta desopilantes como las sospechas de ingredientes místicos en este asesinato. Por lo pronto, se sospecha que a la pareja la habrían asesinado un día antes del hallazgo.

Para los encargados de la causa, los cuerpos fueron depositados allí pero los mataron en otro lugar. Y el clima no colaboró para sacar otras conclusiones: la lluvia borró las huellas y se perdieron los rastros.

El hecho

Los cuerpos fueron encontrados el lunes pasado en el pedemonte, en una zona delimitada entre el barrio Dalvian y el predio de la UNCuyo.

El hombre murió de un disparo y a su mujer la mataron a golpes. Cuando los encontraron, estaban uno encima del otro, en posición de cruz. Y para algún pesquisa, esto podría encerrar un mensaje con características místicas.

Los efectivos policiales se detuvieron en esa imagen ya que es algo que no se ve usualmente. Algunos apuntaron a la forma en que estaban los dedos de las víctimas y otros dicen haber visto que el hombre tenía en su mano derecha una suerte de amuleto (sería una cabeza de ajo envuelta en hojas de coca). Por eso sugieren que puede haber un trasfondo sectario o algo parecido. Aunque no hay nada científico que confirme esta versión.

Según uno de los detectives que colabora en la causa, no significa que el matrimonio sanjuanino haya estado involucrado en historias de este tipo, sino que pueden haber sido las víctimas involuntarias de algún rito.

\"No sería la primera vez que se hacen estas prácticas en el pedemonte. Hay zonas donde, a pesar del avance de la urbanización, aún son incontrolables. Lo que no termina de cerrar, suponiendo que algo así existió, es la violencia. Porque una cosa es encontrar animales sacrificados, pero es diferente cuando a una persona le pegan un tiro\", explicó.

Los investigadores saben que es cuestión de tiempo dar con un testigo o con alguna pista que les aclare el panorama. Sin embargo, en voz baja, aseguran que hasta el momento se podría hablar de un crimen perfecto.

También se especuló con que Elena podría haber sido víctima de un ataque sexual por parte de un grupo de delincuentes y que los mataron cuando Pedro quiso defenderla. Asimismo, se descartó la posibilidad de que el móvil haya sido un robo, ya que como confirmaron los familiares de las víctimas, nunca llevaban dinero encima.

Una de las preguntas más importantes, además de quiénes mataron al matrimonio, es dónde fue.

Quizá, hallazgo del perro muerto puede colaborar para dilucidar este punto.

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