Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

Guillermo Del Curto: “El Gobierno va a tener que pagar”

07 de noviembre de 2008, 18:31.

El actor estuvo acusado durante cuatro días por un crimen que le era ajeno. Ahora piensa demandar a quienes lo perjudicaron. Entretanto, ahora hay un nuevo sospechoso que está prófugo.

Con la quijada aún temblando por los nervios, con sus ojos aún desorbitados, con su destino de prófugo que acaba de dejar, Guillermo Ariel Del Curto, el actor que estuvo cuatro días acusado de un homicidio que no cometió y que vivió ese lapso en la clandestinidad, atendió a Los Andes en una de las casas que le sirvieron de guarida desde que le endilgaron el crimen de Juan Lucero, ocurrido en La Alameda la madrugada del domingo pasado.

“En verdad, estoy destruido. Me he comido el garrón más grande de mi vida. De la nada, a estar acusado por un homicidio. Imagínese. Si la justicia se equivocó y si la policía se equivocó, me las van a pagar”, explicaba el hombre de 37 años que supo corporizar al Che Guevara en una comedia musical reciente.

-¿Cómo se entera de que está acusado de un crimen?

-El domingo a las 16, cuando estaba en Tupungato con unos amigos y me llamó mi papá para decirme que en casa (barrio Santa Ana) había nueve policías y que me buscaban porque yo había cometido un asesinato en un bar de La Alameda...

-¿Y cuál fue su primera reacción?

-De estupor. No podía creer lo que me decían. Nunca voy a esos lugares no sabía de qué me hablaba mi papá.

-Entonces pensó en entregarse...

-Claro, le dije a mi papá, ‘me entrego, total no hice nada...’ Pero mis amigos me aconsejaron que llamara a un abogado, algo difícil un domingo a las 16, pero eso hice: por suerte encontré a un gran abogado como Carlos Santos Castro, él me dijo que no me entregara.

-Y comenzó la vida de prófugo.

-Castro me dijo: ‘Yo me hago cargo de tu destino, no te entregues porque antes que nada vas a ir a la penitenciaría, te acusan de un crimen’. Entonces comenzó todo un periplo para esperar a que el abogado consiguiera pruebas para demostrar mi inocencia al tiempo que yo iba de casa en casa de amigos y me iba enterando de todo por los medios de prensa.

-¿Cuál fue el peor momento?

-El martes cuando escuchamos por tele que la fiscal (Liliana) Curri había dicho que yo era el buscado. De hecho, ella mandó a allanar mi casa. En ese momento pensé que no saldría de este garrón inmenso en el que estaba.

-¿Y cómo comienza a aclararse todo?

- Gracias a las fotos que publicó el diario El Sol en una nota que le hicieron a mi padre. Cuando los testigos vieron esa foto comenzaron a explicar por los medios que yo no era la persona que mató al chico Lucero. En cambio, en el diario Los Andes pusieron una foto en la que salgo como El Che con la cara pixelada, y eso no me gustó...

-No encontramos otra foto reciente...

-Bueno, pero me pareció horrible.

En el jardín de la casa donde aún habita, su último refugio de escapista, el actor y docente Del Curto indicó que además del tremendo mal que le hicieron en lo personal y en lo psicológico, “me hicieron perder plata ya que el martes yo viajaba a Sudáfrica para bailar tango.

-¿Porqué cree que salió su nombre involucrado?

-Eso es algo que me va a tener que explicar la Justicia o la Policía. Era muy fácil saber que yo no era la persona que mató al chico. Con ir a la Municipalidad -como sí hicieron mis amigos- y preguntar quién era el dueño del bar (Banzai) las dudas se hubieran disipado. Con mostrar mis fotos a los muchos testigos del crimen, también. Pero la fiscal no hizo eso: se dejó llevar vaya a saber por un comentario salido de no sé dónde, y me imputaron el crimen por cuatro días.

-Usted se entregó esta mañana y se encontró con los familiares del chico asesinado...

-Sí, ellos estaban y se acercaron a pedirme disculpas por haber pintado el frente del bar con mi nombre. Entre ellos, creo, estaba el padre de Juan Lucero, que lloraba. Ellos también han sido perjudicados porque hasta donde sé, el verdadero asesino sigue prófugo.

-Ahora se vendrán varios juicios.

-Obvio. Me voy a juntar con un bufete de abogados para empezar con las demandas. Alguien tiene que pagar por esto que me ha pasado, por los cuatro peores días de mi vida, por comerme un garrón inexplicable.

-Nada positivo ha sacado de esta experiencia.

-¡Nada de nada!, perdí prestigio, dinero, viví una crisis emocional terrible. Sólo, si se puede, rescato a todos mis amigos que hicieron cadenas de mails indicando que era inocente, a mi amiga Julieta Gentile, a Fabián “Tutuca” Castellani que investigaron todo, mejor que los policías. Pero yo soy docente de chicos de 13 y 14 años, ¿cómo hago ahora para explicarles que todo lo que salió por los medios de prensa eran mentiras?

Con casi tres días sin dormir

-“Me la pasé a baleriana y a tilo y cuando dormía lo hacía mal”- con una ficha que por un buen tiempo le va a terminar de caer, con la mochila de haber estado signado como un criminal cuando en su vida agarró un arma de fuego, el actor y docente y bailador de tango, posa para las fotos de los medios de prensa no como una figura del espectáculo, sino como la estrella involuntaria de una grosería investigativa.

Nota bajo firma

Para llevar adelante esta crónica, el actor Del Curto solicitó al menos a este medio, firmar una nota en la que Los Andes se comprometía a darle el mismo espacio en sus páginas que se dio en las notas que salieron cuando Del Curto era acusado por la Justicia. Y a que este diario había dado por ciertas, situaciones que en ese momento no se ajustaban a la realidad.

Luego de buscar a un inocente ahora van por el presunto culpable

Finalmente y después de estar tres días prófugo, ayer se presentó ante el fiscal Daniel Carniello el actor Guillermo Del Curto, el hombre que durante ese lapso estuvo acusado del homicidio de Juan Lucero (29), ocurrido en la madrugada del domingo en la puerta de un bar de La Alameda.

Del Curto llegó asistido por su abogado, Carlos Santos Castro, y se vio con Carniello quien le tomó una declaración informativa (un formalismo procesal) y luego le explicó que la imputación del crimen quedaba de lado.

Con esto, buena parte del caso quedó aclarada, y el nombre del acusado pasó a ser otro: "Ahora buscamos a Ariel Sebastianelli (29), como autor material del hecho", tal como explicó una fuente policial. ¿Quién es Sebastianielli? Recién ayer se dio a conocer que es uno de los encargados del bar "Banzai", en cuyas inmediaciones ocurrió el ataque cuando un hombre (que sería Sebastianelli) salió del bar y mató de cuatro disparos al estudiante de Diseño, Juan Lucero. Según algunos datos aportados por fuentes tribunalicias, Sebastianelli cuenta con algunos antecedentes penales pero nada comparado con el homicidio que ahora le endilgan.

De ese modo, ahora la proa de la investigación está puesta en Sebastianelli, quien apareció en el expediente hacia las últimas horas del miércoles. Es decir, que el comerciante contó con casi cuatro días de ventajas sobre sus perseguidores: los cuatro que se perdieron en buscar inútilmente al actor Del Curto.

"De momento, el buscado no está en su casa (que queda a una cuadra de la de Del Curto) ni en los sitios que suele frecuentar; es factible que se haya ido de la provincia. Por lo que sabemos, tiene familiares que le pueden dar asilo, pero eso es una especulación", indicó el fiscal Daniel Carniello anoche a este diario.

Según explicaron desde fuentes judiciales, Ariel Sebastianelli es uno de los hijos de un comerciante llamado Juan, asesinado a balazos el 5 de abril de 1999 en Godoy Cruz.

En cuanto a la equivocación en la que incurrieron los pesquisas para confundir a Del Curto con Sebastianelli, lo que se explicó fue que en el momento del crimen, "alguien" dio el nombre de Ariel (que es común a ambos) y que dio la casualidad de que los dos vivían en el mismo barrio (Santa Ana) a una cuadra de diferencia.

Laura en una escena que nunca imaginó

Laura Schkop (22) de San Rafael, estudiante de abogacía, fue testigo del asesinato de su amigo Juan Lucero. "Todavía no puedo creerlo. Uno siempre imagina que estas cosas pasan en otro lugar, lejos. Nunca pensamos que podemos ser protagonistas. Es terrible".

La joven era parte de un grupo de 11 personas que regresaba de una fiesta en las proximidades de La Alameda. "Teníamos que esperar a que pasaran los micros y eran más o menos las 4.30 de la madrugada. A Juan y a otro amigo se les ocurrió que tomásemos una cerveza en ese lugar porque estaba muy concurrido. Había más de cien personas entre dos bares que tenían mesas en las veredas.

Volvieron sonrientes y charlando y cuando nos disponíamos a tomar las bebidas apareció un hombre increpando a los chicos porque supuestamente no le habían pagado el envase. No nos íbamos a ningún lado. Queríamos tomarlas ahí porque adentro no había mesas vacías. Uno de los chicos le dijo que no había problema, que le pagaríamos otra vez. Eran unas monedas.

La respuesta fue un disparo que le perforó la manga del pantalón. Fue ahí cuando Juan le dijo "Pará, te pagamos otra vez. No hay drama". Como respuesta el tipo le hizo cinco disparos. No sé qué hicieron después el agresor y otros dos que lo acompañaban. Todos nos desesperamos porque lo vimos a Juan herido y él me dijo que llamara a una ambulancia.

Llamamos a la policía y nada. En la policía tardaban pidiéndonos datos. Que dónde era, quiénes éramos, qué estábamos haciendo y nos pasaban de uno a otro teléfono. Que nos iban a comunicar con emergencias médicas. La cuestión es que nunca llegó la ambulancia y los policías aparecieron al rato, cuando Juan ya estaba muerto.

Todas las personas testigos, reitero que más de cien, se agolparon para ver si podían hacer algo por mi amigo. Muchos también llamaron a la policía, a ambulancias. Todos estábamos desesperados.

"Lo paradójico es que el lunes cuando hicimos una marcha para pedir el esclarecimiento de este asesinato a sangre fría a los dos minutos estábamos rodeados de móviles policiales, perros, de todo", sonrió Laura resignada.

También aclaró que cuando observaron la foto pixelada publicada en los medios inmediatamente supieron que a quien acusaban del hecho no era el autor de los disparos. El asesino tenía pelo más bien corto. Nada que ver con el actor", dijo segura.

"Lo que queremos mis amigos y yo es que esto no quede impune. Que el asesino sea detenido y juzgado", finalizó la joven. / Carlos Simón.

Contenido relacionado