A principios de junio, tres grupos del Instituto Balseiro participaron de este viaje de estudios que se organiza cada año y que se retomó este 2022 luego de estar suspendido como consecuencia de la pandemia por COVID 19. Son jóvenes de la 43ª promoción de Ingeniería Nuclear que fueron a conocer el complejo nuclear Atucha y la obra civil del proyecto CAREM, en la provincia de Buenos Aires. Y también de la 18ª promoción de Ingeniería Mecánica y de 4to año de esa misma carrera que visitaron la empresa Aluar, en Puerto Madryn.

La iniciativa de la unidad académica rionegrina es una gran oportunidad para que las y los estudiantes de Ingeniería puedan ver, con sus propios ojos, las aplicaciones de aquellos conocimientos que adquirieron durante el cursado de la carrera como así también interactuar directamente con el personal que se desempeña en esos dos sitios.

“Cada una de estas visitas se enmarca dentro de espacios curriculares de las respectivas carreras. En “Centrales Nucleares” se estudian los distintos tipos de reactores de potencia y de investigación, sus componentes y sistemas, completando la formación con la visita a una planta nuclear”, contó Graciela Bertolino, vicedirectora del Área Ingeniería del Instituto.

“En el caso de Ingeniería Mecánica, una de las ramas fuertes de la carrera es la formación en materiales, es por esto que dentro de la materia “Materiales II” se estudian diferentes tipos de familias de aleaciones, siendo los aluminios uno de ellos. Por esto, la visita a la planta de producción de aluminio de Aluar resulta de gran interés para complementar la formación de los futuros ingenieros”, afirmó Bertolino.

Asimismo, la vicedirectora agradeció tanto a NA-SA como a Aluar la recepción anual de las y los estudiantes: “Nos dedican mucho tiempo y lo valoramos, estamos convencidos que estas visitas aportan de manera significativa en cada uno de los estudiantes”, dijo la vicedirectora.

Viaje “nuclear”

“A mí en lo personal, me gustó ver las verdaderas dimensiones de los componentes de un reactor nuclear, que son enormes en la realidad”, comentó Martín Graffigna Palomba, flamante egresado de Ingeniería Nuclear del Balseiro, que participó de uno de los viajes. El recorrido incluyó la visita a las Centrales Nucleares Atucha I y Atucha II, y las instalaciones del reactor CAREM.

El ingeniero nuclear destacó la hospitalidad y la predisposición de las personas que trabajan allí y que les permitieron presenciar “la dinámica de trabajo de una planta que opera todos los días del año a toda hora”.

Al ser consultado sobre la razón por la cual eligió estudiar la carrera de Ingeniería Nuclear, Graffigna manifestó: “Estoy convencido de que es la forma de energía más sostenible que conocemos. Además, el ámbito nuclear es de lo más variado en temas de ingeniería. Hay para todos los gustos”.

Viaje “mecánico”

Los estudiantes de 4to y 5to año de Ingeniería Mecánica pudieron conocer la empresa argentina productora de aluminio primario Aluar. Uno de los que viajó fue Renato Trono Figueras, de 23 años, oriundo de la localidad de Lincoln, provincia de Buenos Aires y reciente egresado de la 18ª Promoción de Ingeniería Mecánica del Instituto, quien dijo al respecto: “Lo que más me gustó de la visita fue el trato y la atención de la gente de Aluar. Y de la empresa, como tal, lo que más me gustó fue la zona de fundición, donde pudimos ver aluminio líquido a alta temperatura”.

A su vez, comentó que optó por estudiar Ingeniería Mecánica “para recibir una base de ingeniería lo suficientemente amplia como para después especializarme en lo que más me gusta, que es Ingeniería Espacial”.

La huella del Balseiro en sus estudiantes

Ambos participantes de viajes de estudios, Martín Graffigna Palomba y Renato Trono Figueras egresaron del Instituto Balseiro el pasado mes de junio. Sumado a sus relatos sobre la experiencia que vivieron en el viaje, los flamantes ingenieros compartieron una reflexión sobre su paso por el IB.

“Lo que me llevo del instituto es sin dudas mis amistades, compartir tantas cosas con estas excelentes personas hizo que se convirtieran en parte de mi familia, me hicieron crecer como persona increíblemente. Además, me llevo del instituto su formación, que es verdaderamente única principalmente por sus docentes que son la mayoría expertos en su campo y tienen una dedicación que nunca vi en otro lugar”, comentó Graffigna.

Trono Figueras afirmó: “Lo que me llevo de mi paso por el Instituto Balseiro o son las grandes personas que conocí, tanto amigos como docentes, y la excelente formación académica que brinda el Instituto”.