En un mundo lleno de desafíos, la demanda de profesionales de ingeniería y física sigue en aumento. Una institución de referencia en estos campos, en Argentina, es el Instituto Balseiro (IB), que acaba de cumplir años. Con actividades culturales y académicas, a lo largo de todo el 2025, celebrará sus siete décadas de vida.
Ubicado en la ciudad de Bariloche, su fecha de creación se remonta al 22 de abril de 1955, con la firma de un convenio entre autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Poco tiempo después, el 1 de agosto de ese mismo año, se dictaban las primeras clases.
Antes de ser el Instituto Balseiro —en homenaje a su primer director, José Antonio Balseiro—se llamó Instituto de Física de Bariloche. En su historia ya otorgó casi 3000 títulos de grado en física, ingeniería nuclear, ingeniería mecánica, ingeniería en telecomunicaciones, y de posgrado, en física médica, física e ingeniería.
“La creación del Instituto fue una visión estratégica de las autoridades de la CNEA y de UNCUYO. Desde sus comienzos el Balseiro ha sido un actor central para la CNEA en esta tarea, aportando con sus actividades de formación de recursos humanos, generación de conocimiento, investigación y desarrollos tecnológicos”, aseguró su director, Mariano Cantero.
Cómo es estudiar en el Balseiro
Al igual que en sus inicios, las personas que ingresan a IB reciben becas financiadas por la CNEA para dedicarse de forma exclusiva al estudio. Esto incluye, entre otros gastos, cobertura de alojamiento, comida y material de estudio —con valores que se ajustan periódicamente—. Además, existe la posibilidad de vivir dentro del campus, en el Centro Atómico Bariloche (CAB).
En las cuatro carreras de grado se ingresa en el equivalente al tercer año de cada carrera. Esto implica que cada postulante debe haber acreditado previamente las materias de los dos primeros años de una carrera universitaria de ingeniería, física o afín. También existe un examen de admisión que está compuesto por una prueba escrita de Física y Matemáticas y por entrevistas personales.
Estudiar en el Balseiro significa formarse con docentes que son investigadores y tecnólogos en un centro de I+D+i de primer nivel mundial: el CAB de la CNEA. Además de ser una unidad académica de la UNCUYO, es una gerencia de la CNEA y uno de sus tres institutos, junto con Dan Beninson y Sabato, ambos ubicados en Buenos Aires.
Con sus aulas, laboratorios, biblioteca, gimnasio, canchas de tenis, edificios de alojamiento, su campus está rodeado por montañas, lagos y ríos del Parque Nacional Nahuel Huapi. Al estar integrado al CAB, cada estudiante también tiene acceso a sus laboratorios. El abanico de temas de I+D+i en los que se forma a futuros profesionales de la física y la ingeniería es amplio, pensando en aportar recursos humanos especializados a la industria y la academia.
Cifras del Balseiro al 2025
Durante el último año calendario, 273 estudiantes tuvieron actividad académica. De ese total, 146 estudian en cuatro carreras de grado: licenciatura en Física; ingeniería Nuclear, Mecánica y en Telecomunicaciones.
Los 127 restantes son estudiantes activos de nueve posgrados: especialización en Física Médica Clínica y en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear, maestría en Ciencias Físicas, en Física Médica y en Ingeniería; y doctorado en Ciencias de la Ingeniería, Ingeniería Nuclear, Física e Investigaciones Interdisciplinarias vinculadas a la Salud.
Desde que comenzó con su vida académica, el Balseiro ha visto egresar a 2998 profesionales: 1443 en el nivel de grado y 1555 en el de posgrado.
El plantel docente se compone de 260 docentes de dedicación simple, entre las áreas de Ciencias e Ingeniería. También hay 23 profesores extraordinarios: siete eméritos, cinco honorarios y once libres.
A nivel de grado, son 801 licenciados en Física, 443 ingenieros nucleares, 144 ingenieros mecánicos y 55 ingenieros en telecomunicaciones. Dentro del nivel de posgrado, en las maestrías, 328 son de Ciencias Físicas, 165 de Física Médica y 179 de Ingeniería. En los doctorados, 95 son de Ciencias de la Ingeniería, 42 de Ingeniería Nuclear y 481 de Física, mientras que 265 son de la especialización en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear. Han dirigido estas tesis unos 400 investigadores y tecnólogos de la CNEA, INVAP, CONICET, UNRN y otras instituciones asociadas.