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Clarín: Empezó el polémico curso de ingreso a Medicina

El año pasado hubo quejas de alumnos y padres por el alto nivel de bochazos.

08 de febrero de 2005, 12:04.

Por primera vez se ubicaron en los pupitres de la inmensa Aula Magna los 1.589 estudiantes que se ilusionan con ingresar a la Facultad de Medicina de La Plata. Ayer comenzó el temido curso de admisibilidad impuesto por las autoridades académicas y que todos los años deja en el camino a casi dos tercios de los anotados.

Es un programa de nivelación en cuatro asignaturas que los profesores consideran clave para avanzar en la carrera: Biología, Química, Física y Matemática. Según explicaron en el decanato, los contenidos de los cuatro módulos están basados en los programas del nivel polimodal de la enseñanza (ex secundario).

El curso se extenderá hasta el primero de abril y para el 11 de ese mes está previsto el primer examen final. El único recuperatorio contemplado en el reglamento se realizará 15 días después. El test consiste en 60 preguntas con respuestas múltiples (15 por cada asignatura) y para conseguir la aprobación deben responder correctamente por lo menos 40.

La prueba de Medicina abre todos los años un debate sobre el nivel de conocimiento que obtienen los egresados de la escuela media. En las últimas ediciones nunca logró acceder al primer año de la carrera más del 39%. En 2001 se inscribieron 1.190 chicos y después de las dos pruebas entraron 377 (31%). En 2002 intentaron 1.005 alumnos y pasaron 346 (34%); en 2003 fueron 1.255 y accedieron 488 (38%) y el año pasado había 1.298 aspirantes, de los cuales sólo 515 (39%) quedaron en la Facultad.

El sistema de acceso restringido tiene 13 años. Sin embargo, el peor bochazo masivo se registró en 1997, cuando se tomó una prueba diagnóstico optativa a 1.297 aspirantes y ninguno logró el aprobado. Desde entonces, ese mecanismo —un test que permitía eludir el curso a quienes conseguían superarlo— fue eliminado de la estrategia de ingreso.

El decano de la Facultad, Miguel Salvioli, considera que la unidad académica no está en condiciones de enseñar a todos los alumnos que se inscriben anualmente. \"Es una cuestión de espacio y de falta de pacientes para las prácticas. Además, es necesario mejorar las aptitudes de los jóvenes para evitar la deserción.\"

Para los estudiantes, el curso esconde un cupo encubierto. Pablo Maciel, del Centro de Medicina, reclamó nuevas oportunidades para los reprobados. El año pasado, la crisis por el ingreso a la facultad provocó un cimbronazo institucional. Los representantes estudiantiles del Consejo Académico se negaron a dar quórum para la elección del decano. La facultad estuvo casi acéfala por más de tres semanas. El conflicto se destrabó después que las autoridades permitieron una nueva chance a casi 40 estudiantes que habían obtenido entre 35 y 39 respuestas correctas. Y también se dictó un curso a distancia para el resto de los bochados.

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