El femicidio de Rocío Maricel Collado, ocurrido en San Rafael, nos duele y conmociona profundamente. Cada muerte de una mujer por razones de género vuelve a recordarnos que esta no es una problemática aislada, sino una violencia estructural que atraviesa a toda la sociedad.

Cuando nos dicen que exageramos, los hechos demuestran lo contrario: la violencia machista sigue siendo una emergencia. Necesitamos seguir hablando de esto, incomodar, organizarnos, y sostener las redes de prevención, acompañamiento y acción feminista.

Nuestro compromiso es seguir trabajando colectivamente para transformar esta realidad. Porque una vida libre de violencias no puede ser una excepción, tiene que ser un derecho efectivo para todxs.

Si vos o alguien que conocés está atravesando una situación de violencia de género, podés comunicarte de manera gratuita y confidencial a la Línea 144, disponible las 24 horas.

Hablar de femicidios no es una opción, es un deber colectivo: la violencia de género nos interpela y exige compromiso social para erradicarla.