Malén tenía 24 años, era estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de nuestra Universidad, y fue asesinada con brutalidad y premeditación. 

A diez años del grito colectivo de Ni Una Menos, sostenemos con fuerza la urgencia de seguir nombrando los femicidios como lo que son. Reclamamos justicia con perspectiva de género y sostenemos la necesidad de seguir interpelando a la sociedad en su conjunto. Y también es urgente mirar hacia adentro: revisar nuestras prácticas cotidianas, los vínculos que construimos y los dispositivos de prevención que implementamos —o que aún faltan construir—.

Esto no es un hecho asilado. Según el Observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven”, en lo que va de 2025 ya se registraron 94 femicidios en nuestro país. Uno cada 30 horas. Esta cifra habla, pero sobre todo clama.

Este 3J nos recuerda que no hay democracia plena sin igualdad, que el derecho a una vida libre de violencias debe ser una garantía concreta y no una declaración de principios. Y que, frente a estos crímenes, el silencio también es una forma de complicidad.

#Ni una menos. Ni una estudiante menos. Ni una vida menos.