Bienestar, a través de la Coordinación de Comedores, ha impulsado desde hace tiempo una línea de gestión para el Comedor Universitario basada en dos ejes: inclusión y alimentación sana.
Bajo la denominación de “Comedor Saludable”, el primero de los ejes se lleva a cabo a través del otorgamiento de becas de comedor a estudiantes que la necesitan y brindando accesibilidad para el resto de la población estudiantil, fijando el precio del almuerzo a $10.
De esta manera, la oferta alimentaria del Comedor no se rige por la lógica del mercado, sino por el derecho universal a una adecuada alimentación. La Secretaría entiende que una correcta nutrición es parte esencial de la salud de los estudiantes.
En tanto, el segundo eje se trabaja mediante un equipo de nutrición, bromatología y cocina que planifica almuerzos nutritivos y los elabora bajo normas de higiene alimentaria.
Nutrición y Bromatología
Los almuerzos son planificados y elaborados con la supervisión de un equipo técnico de nutrición y bromatología, bajo el concepto de seguridad alimentaria y nutricional, definida como “la posibilidad que posee cada individuo de acceder en todo momento a una cantidad de alimentos suficientes y de buena calidad, acorde con sus necesidades”.
El menú diario que ofrece el Comedor Universitario cuenta con proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales en proporciones basadas en una fórmula sintética estandarizada. De este modo, el menú que se ofrece es completo y cumple con las dos leyes de la Alimentación, calidad y equilibrio.
Asimismo, la educación nutricional es otro objetivo del Comedor Saludable. Por eso, se incorporan alimentos en el menú que no son habituales en la dieta de los estudiantes, por ejemplo el pescado que se ofrece todos los viernes. Este alimento es esencial en la dieta estudiantil ya que ayuda a la transmisión de información entre neuronas y activa la potencia cerebral.
El Comedor ofrece además como una opción diaria un “Menú vegetariano”, en respuesta a las preferencias y a los gustos de los comensales. Con una dieta balanceada de verduras, legumbres, huevo y lácteos, se tiene en cuenta el reemplazo adecuado de la carne por proteínas de alto valor biológico (de buena calidad), para cubrir las necesidades.
Toda la elaboración del menú se realiza bajo condiciones de higiene alimentaria. Para poder brindar alimentos seguros se trabaja con normas y pautas de carácter legal (Código Alimentario Argentino) exigidas por las autoridades sanitarias provinciales y municipales.
Para ello, se efectúan controles diarios de la materia prima y la elaboración, cursos de manipulación de alimentos y la revalidación anual de la libreta sanitaria del personal manipulador. Asimismo, se realiza un control quincenal de plagas (desinfecciones, desinsectaciones y desratizaciones) del edificio mediante una empresa autorizada por el Ministerio de Medio Ambiente y con productos permitidos para la industria alimentaria.
Cabe destacar que desde el Comedor se realizan muestreos y análisis de agua para certificar su aptitud para el consumo humano. Estos estudios están a cargo del Ministerio de Salud de la Provincia. Además, a diario se obtiene una muestra de la comida del almuerzo para testear la aptitud y se realizan análisis bacteriológicos periódicos para controlar la calidad y el estado de los alimentos.