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Vivir entre astronautas y diseñar una misión a Marte, la experiencia de Aitana en la NASA

La estudiante de Ingeniería en Mecatrónica de la UNCUYO, que fue seleccionada para ser parte un grupo de jóvenes internacionales que viajaron a Houston, contó los detalles de la experiencia única que le permitió durante 15 días trabajar a la par de científicos de la estación espacial.

imagen Vivir entre astronautas y diseñar una misión a Marte, la experiencia de Aitana en la NASA

A principio de año, los medios de comunicación provinciales, nacionales y hasta algunos de Latinoamérica contaban que una joven estudiante de la UNCUYO amante de los libros de ciencia ficción tendría la oportunidad de vivir su propia aventura en la Nasa.

La protagonista fue Aitana Ferreyra Denz, estudiante de Ingeniería en Mecatrónica de la Facultad de Ingeniería (FI) quien fue seleccionada para participar del programa educativo United Space School, organizado por la Fundación para la Educación Espacial Internacional (FISE) en colaboración con la NASA.

La experiencia la llevó a la Universidad de Houston de Clear Lake donde compartió con otros jóvenes del mundo la posibilidad de convivir con profesionales de la industria aeroespacial, astronautas y diseñar una misión a Marte.

A su regreso a Mendoza contó todo lo que hicieron, los aportes que le deja a su vida y dejó un mensaje para que otros jóvenes se animen a vivir una experiencia que calificó como invaluable.

El programa reunió a jóvenes de diferentes latitudes para que diseñaran una misión tripulada a Marte. 

Diseñar una misión desde cero

La experiencia implicó ponerse en los zapatos de los científicos y planificar desde el inicio toda una misión tripulada a Marte. “Es uno de los objetivos más fuertes de las agencias espaciales en estos próximos años. Todo lo que sería el viaje interplanetario, pero para viajar a diferentes planetas tenemos que empezar por nuestros vecinos”, contó Aitana para contextualizar la relevancia de pensar una misión al planeta rojo.

Divididos en grupos debieron acordar todos los parámetros que implica una expedición de este calibre. “Pensar desde cuándo hacer la misión, qué tipo de tecnología se puede usar a futuro, la cantidad de personas que iban a ir, hasta si se trataría de una misión de colonización o exploración.”

Una vez resueltos los lineamientos generales comenzaron el trabajo en equipos. En el caso de Aitana estuvo en el grupo encargado del hábitat, es decir, de pensar todo lo relacionado con el espacio en el que vivirían quienes viajaran a Marte. 

"Lo primero fue considerar el peso porque no se pueden llevar muchas cosas ni muy pesadas. Decidimos hacer un hábitat impreso en 3D usando regolito, la tierra local de Marte, mezclado con unos termoplásticos que sirven para darle estabilidad. Se nos ocurrió un hábitat híbrido, con el cascarón impreso en 3D y dentro un inflable de un material que se llama Kevlar”, detalló Aitana. 

La tarea no terminaba en diseñar el hábitat, sino también considerar otros aspectos como la resistente a las tormentas solares, los vientos, los sistemas de soporte vitales de oxígeno y agua, considerar los desperdicios y hasta ver cómo reciclar los restos de dióxido de carbono que exhalan los astronautas. El nivel de detalle de la misión llegaba incluso a tener que planificar en cómo seleccionar a los astronautas que participarían y a partir de ello elegir una dieta, una rutina y planificar las actividades que tendrían cada día. 

Vivir y formarte entre astronautas

Durante la estadía los jóvenes se alojaron y compartieron con las familias de profesionales específicos de la industria aeroespacial. “Es impresionante ver cómo se involucran, son personas tan importantes y los ves haciendo de nuestros padres”.

“Fue aprender y conectar con profesionales, gente que tiene muchísima experiencia y que vive en Houston. Cada dos cuadras tenes un astronauta o un profesional de aeroespacial es una experiencia invaluable".

Además, durante sus días en Houston pudieron conocer a referentes en las misiones espaciales, entre ellos, Tom Sansón  - responsable de entrenar a los astronautas del Apolo 11-  Amy Medina Jorge, astronauta de Puerto Rico que viajó este año en 2025 en Blue Origin y Sunita L. Williams, la mujer con más horas de caminata espacial y la cuarta en la lista de la NASA.

Aitana pudo conocer a Sunita Williams

En la graduación de la experiencia también tuvimos una charla de Luca Parmitano - dos veces a la Estación Espacial Internacional y comandante de la Agencia Espacial Europea.

No todo en ciencia…

Aitana también relato que hubo espacio para actividades recreativas, culturales y deportivas que les permitieron afianzar vínculos. “Por ejemplo, jugamos un partido de fútbol en las instalaciones de la NASA, alumnos versus profesionales de la NASA y ganamos”, contó entre risas sobre el divertido momento.

A esto se sumaron intercambios de souvenir, karaoke, salidas a la playa y una feria cultural en donde los chicos mostraban lo típico de cada país. Los dos representantes de Argentina mostraron una zamba y compartieron pequeños recuerdos del país. 

Visitas educativas

El programa también incluyó salidas educativas para que los chicos pudieran aprender sobre la cultura aeroespacial.  Aitana destacó la posibilidad de conocer el Centro Espacial Johnson. “En ese espacio pudimos visitar la Mission Control del Apolo 11, el verdadero cuarto de Mission Control del Apolo 11. También, pudimos ver un montón de cohetes entre ellos se incluye el Saturn V, que es el cohete que llevó a humanos a la Luna".

Una de las actividades más relevantes fue en el Museo de Houston de Ciencias Naturales donde pudieron realizar una misión simulada de la Tierra a la Luna y después de la Luna a Marte. “Nos dividían en grupos, una parte tenía que estar en Mission Control, y el otro grupo era como los astronautas de la misión, que tenían que realizar diferentes tareas, y mandarle, comunicarle por computadora, por micrófonos, al grupo que estaba en Mission Control - explicó y aclaró- cada uno tenía su rol, y si no lo hacían, se equivocaba o le faltaba tiempo, era un problema realmente para la misión".  

Una experiencia que deja huella y un mensaje para inspirar

Aitana relató que fue una oportunidad superimportante no solo por estar con gente de tu edad, de otras partes del mundo a la que le apasiona lo mismo, sino también de experimentar realmente cómo se siente trabajar en una comunidad internacional que es como trabajan la mayoría de los equipos científicos.  “Los descubrimientos no los hace una persona sola, sino que son equipos capaces, que alguien tiene un laboratorio en India, otro en Argentina, otro en Estados Unidos”. Fue muy realista y nos dio una primera experiencia para los que van a trabajar y van a vivir esto en el futuro laboral. 

Asimismo, destacó la posibilidad de seguir en contactos con los jóvenes que fueron parte del programa. “En el futuro la mayoría de esas personas podemos ser colega, hoy son amigos y es bueno tener un amigo en cada rincón del mundo”.  Además, quedaron en contacto con los profesionales de la NASA. “Incluso nos dieron su contacto, nos propusieron actividades de investigación para que seamos parte en el futuro. Son muchísimas oportunidades más que se abren y contactos que te quedan”. 

 

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