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La UNCUYO elaborará y distribuirá alcohol en gel en distintas instituciones

Recibió 500 litros de alcohol etílico en la planta piloto de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria, en San Rafael. Esta partida se destinará para los Hospitales Schestakow y Universitario e instituciones públicas de ese departamento.

24 de abril de 2020, 15:55.

imagen La UNCUYO elaborará y distribuirá alcohol en gel en distintas instituciones

La UNCUYO elaborará y distribuirá alcohol en gel en distintas instituciones

El alcohol en gel es uno de los insumos necesario para la desinfección e higiene personal en la lucha contra el contagio del COVID-19. Es sabido también que es un recurso que escasea, por eso la UNCUYO se involucra en la producción y distribución de este insumo en diversas instituciones que lo necesitan.  

En ese sentido, la Planta Elaboradora de alcohol en gel que se encuentra en la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria, en San Rafael, recibió 500 litros de alcohol etílico. De esa partida, 400 litros los suministró la Dirección de Farmacología de la Provincia de Mendoza, para distribuir en distintas instituciones, y 100 los envió el Hospital Universitario, que luego se enviarán al mismo Centro Asistencial de la UNCUYO para uso interno. 

La logística necesaria para que el alcohol etílico llegue a la Planta Elaboradora la realizó el Área de Innovación Productiva de la secretaría de Extensión y Vinculación, a cargo del ingeniero Roque D'Anna. A su vez, desde la Facultad de Ciencias Agrarias, en Luján, se puso a disposición la movilidad necesaria para hacer llegar estos materiales al departamento de San Rafael.

Esta nueva partida de alcohol en gel se suma a los 200 litros que se elaboraron a fines de marzo para cubrir la demanda de uso interno de la Facultad, siempre bajo estrictas normas de producción y seguridad.

Una práctica habitual en la Facultad sureña
 
La fabricación de alcohol en gel comenzó en el 2014, cuando se construyó la planta piloto en la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria. Allí se realizan prácticas educativas y de extensión, y donde se enseñan a estudiantes cómo producirlo bajo la supervisión de un equipo de docentes. Los procesos de fabricación han mejorado con el paso de los años, poniendo siempre especial cuidado en las cantidades e ingredientes que se incorporan, para la obtención de un producto terminado de calidad, con verdadero poder desinfectante.

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