La historia de Julián Ginart Crede y Santiago Carracedo es un ejemplo vivo de cómo la UNCUYO, no solo entrega conocimiento teórico, sino que también ofrece las herramientas, los espacios y el acompañamiento para transformar una idea en un producto emblemático de Mendoza: un aceite de oliva con sello propio.
Todo comenzó como una inquietud mientras los dos jóvenes cursaban tercer año de la carrera de Ingeniería Agronómica, en la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA). Interesados en el fascinante mundo del aceite de oliva, Julián y Santiago dieron el primer paso hacia la creación de su marca. En un principio, se acercaron a la Secretaría de Asuntos Estudiantiles y Bienestar de la Comunidad, donde Matías Venier reconoció su potencial y los derivó con la Coordinadora de la Producción Agroindustrial, Mónica Mirábile.
Esa primera reunión fue el punto de partida de un viaje que los mantendría ocupados durante toda la temporada 2024. Se sumergieron de lleno en el turno tarde de la Almazara de la Facultad de Ciencias Agrarias, participando activamente en la elaboración del oro líquido. Esta experiencia se formalizó en una Concurrencia de Práctica Pre-Profesional, un espacio que no solo afianzó sus conocimientos técnicos, sino que también encendió la chispa del emprendedurismo.
"Pasante, el nombre que eligieron para su aceite, es un blend de excelente calidad, elaborado con distintas variedades de olivo (Arbequina, Arauco, Empeltre, Frantoio). Su sabor auténtico y natural lo convierte en un producto perfecto para una cocina saludable" afirman sus creadores.
Del aceite a la marca
El arduo trabajo y el aprendizaje continuo los llevaron a querer más. Así, decidieron poner a prueba la experiencia adquirida, diseñando una propuesta de creación de marca que la Lic. MIrábile estimuló, convirtiéndose en su guía y mentora, acompañándolos y asesorándolos en el desafiante camino que tenían por delante.
Lo que siguió fue una serie de acciones imprescindibles para avanzar en esta gestión emprendedora. Ellos mismos se encargaron de gestionar cada paso:
- Registrar su marca "Pasante".
- Ingresar al Sistema de Información Federal para la Gestión del Control de los Alimentos (SIFEGA) y obtener el Registro Nacional de Producto Alimenticio (RNPA), un requisito indispensable para la comercialización.
- Trabajar en el diseño y la elección del nombre de su marca, decidiendo la identidad que llevarían sus botellas.
- Gestionar la logística para producir: comprar aceitunas, convertirse en proveedores y realizar el traslado de la materia prima a la facultad para elaboración del aceite.
- Completar el proceso de elaboración para finalmente fraccionar su aceite de oliva.
En este camino, vivieron de primera mano el funcionamiento del sistema productivo de la almazara, al igual que cualquier otros productores que elaboran en la FCA. Esto reforzó su capacidad emprendedora, operando bajo las reglas que plantea el mercado real.
De esta manera, es que hoy tienen todo listo para comenzar la comercialización: su marca registrada, el RNPA aprobado y las etiquetas diseñadas. En paralelo, realizaron la investigación de mercado para posicionar su producto, y ejecutaron el trabajo necesario para exprimir al máximo su emprendimiento, aplicando todos los conocimientos adquiridos en esta facultad.
Las acciones concluyeron en setiembre con el fraccionamiento del aceite, para ello alquilaron una máquina tapadora Pilfer que llevaron a la facultad para realizar el cierre final de las botellas. Asumieron el costo de este fraccionamiento y etiquetado, al igual que lo haría cualquier productor, culminando así el último eslabón de la cadena productiva por sus propios medios y bajo un modelo de negocio claro y establecido.