Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

“La recuperación de la memoria tiene que ver con la identidad de Mendoza”

Pablo Seydell, Coordinador del proyecto e integrante del área de Educación a Distancia de la UNCuyo, nos cuenta sobre el proyecto institucional del Programa de Inclusión Social “La Universidad en la recuperación, difusión y formación de los procesos de identidad y memoria colectiva”, y el impacto que ha tenido en la comunidad. 

15 de noviembre de 2013, 10:46.

imagen "La recuperación de la memoria tiene que ver con la identidad de Mendoza"

Pablo Seydell

El proyecto “La Universidad en la recuperación, difusión y formación de los procesos de identidad y memoria colectiva” comenzó a desarrollarse en el año 2010 a partir de una creciente demanda social y debate en materia de derechos humanos. Pablo Seydell, Coordinador del proyecto e integrante del área de Educación a Distancia de la UNCuyo, asegura que el proyecto surgió en el momento histórico en el cual comenzaban los juicios por delitos de lesa humanidad en la provincia. Además, se realizarían, en ese momento, excavaciones en el cuadro 33 del cementerio de la Capital en la búsqueda de restos de desaparecidos

“La Universidad en la recuperación, difusión y formación de los procesos de identidad y memoria colectiva”, es el proyecto institucional del Programa de Inclusión Social e Igualdad de Oportunidades. La iniciativa, es dirigida por el Ing. José Guillermo Rodríguez, y  tiene como principal objetivo fortalecer espacios socio-educativos para la difusión y formación de conocimientos, y experiencias inherentes a la temática de derechos humanos; aportando de este modo a la construcción de la memoria histórica colectiva, indispensable para la vida en democracia.

¿Cuál crees que es el rol que la UNCuyo  decidió tomar en materia de derechos humanos, realizando este proyecto?  

En Mendoza  en el año 2010, comenzaron los juicios por los delitos de lesa humanidad e ingresa el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF)  al Cuadro 33 -una parcela del cementerio de la capital destinada a los indigentes-.  Los organismos de derechos humanos tenían datos concretos de que ahí podía haber restos de compañeros y compañeras desaparecidas. Ante este contexto, no es que la Universidad se metió en el proceso sino que la metieron porque no estaba ajena a ese proceso histórico. Ésta casa de estudios tuvo expulsados, secuestrados, desaparecidos, muertos, fusilados, por lo cual hubo gente que sufrió, y hay gente que hoy está nuevamente en la Universidad. 

En ese momento junto con Fernanda Ozollo- Directora de Educación a Distancia-, quien participaba en uno de los organismos de derechos humanos, planteamos que si bien existían ciertas producciones aisladas, la temática estaba ausente en la Universidad. Luego tuvimos una reunión con el Dr. Gustavo Kent –por aquel entonces Vicerrector de la UNCuyo-,  donde profundizamos en el tema y se entendió que era un hecho histórico, único e irrepetible.  El Vicerrector propuso registrar el proceso, se habló con los familiares de las víctimas, con organismos de DDHH, el EAAF, y ellos tuvieron la apertura y la necesidad de que ese proceso se registrara. Finalmente se pidió autorización al Juzgado N°1,  se firmaron los convenios pertinentes, nos permitieron el acceso y la potestad de guardar ese material en la Universidad.

La recuperación de la memoria tiene que ver con la identidad de Mendoza, y esto estaba pasando para que sea incorporado en el tramo educativo. Hoy tenemos la suerte de que en  la comunidad está instalada la problemática, así como en los medios y en los partidos políticos, pero la Universidad no lo estaba haciendo desde el lugar que lo tenía que hacer.  Entonces un área como la nuestra (Educación a Distancia) y a través del Vicerrectorado se votó y se aprobó trabajar efectivamente.

Se realizó, entre otros materiales educativos, un documental en formato audiovisual dirigido por Rodrigo Sepulveda. ¿Cómo fue la recepción y la distribución de ese producto?  

El documental en estos momentos está siendo reproducido por un andarivel en el marco del proyecto “La Universidad en la recuperación, difusión y formación de los procesos de identidad y memoria colectiva” que pertenece al Programa de Inclusión Social e Igualdad de Oportunidades con resultados sorprendentes.  Otro andarivel son los certámenes de los concursos, donde hasta otra Universidad  pidió el material, y realizó una proyección donde asistieron 280 estudiantes y hubo una mesa de debate. También se ha proyectado en los municipios en las fechas conmemorativas, pero al material ya no lo controlamos, es de la comunidad. 

 

¿Cuál fue la recepción que tuvo el proyecto en las distintas Unidades Académicas de la Universidad?

No es la misma construcción de la problemática en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales que en Odontología, Ingeniería o Ciencias Económicas. No porque no vivan la problemática, sino porqué hay una construcción social de lo que es una Universidad construida muchos años atrás. Pero creo que las Unidades Académicas lo tomaron muy bien, y este año cada facultad debe desarrollar un plan de trabajo de la temática.

Se firmaron convenios con los municipios del Gran Mendoza para que el material llegue a las escuelas. ¿Cuáles son las expectativas que tienen con los estudiantes del secundario?  

Cuando vos llegas a los jóvenes como hemos llegado nosotros, es maravilloso. Son 4.000 materiales didácticos que la Universidad va a repartir para las escuelas y las facultades para que puedan trabajar con los alumnos. En las fechas conmemorativas como el 24 de marzo, el 16 de septiembre y el 10 de diciembre, uno puede ver constantemente la participación de los jóvenes  como confluyen, sin ninguna duda.  Además, en estos momentos están incorporadas las Unidades Académicas  y  los colegios de la UNCuyo, por lo cual hay una continuidad de lo que en su momento se planteó en el año 2010, y  para poder  hablar de en serio de MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA.

 ¿Crees que la UNCuyo lleva efectivamente una política de inclusión social?

Son otros  tiempos,  antes la Universidad pública estaba estructurada de una forma que se encontraba separaba de la comunidad.  Creo que recientemente hubo un cambio de paradigma y la UNCuyo pasó a tener cronogramas y políticas efectivas que hacen que se involucre a la comunidad en sus diversas problemáticas puntuales. Las relaciones son de a dos y este cambio de paradigma surge como una necesidad. Además,  en este momento político, cultural y social del país se concibe una institución distinta de la que se pensó  hace 50 años.

¿Por qué decidiste formar parte del proyecto?

Yo hasta los 28 años, como muchos argentinos,  viví entre gobiernos militares, entonces personalmente lo que me llevó a participar en esto también tiene que ver con una historia familiar, como la de muchos de los argentinos que convivimos con torturas, cárceles, desapariciones. Cuando vos pasaste procesos sociales particulares y los sufriste, todo lo que hagas lo vas a hacer desde ese lugar, y no lo vas a poder evitar. Y en este caso desde el ámbito educativo luchamos por la defensa de la democracia que no fue fácil.

Contenido relacionado