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Balance de la prueba piloto de compostaje en oficinas de la UNCUYO

El día jueves 22 de diciembre se realizó un balance de la experiencia de compostaje institucional realizada con los residuos de las oficinas del CICUNC y parte del Rectorado. El proyecto se llevó a cabo a partir de una articulación entre el Programa de Economía Social y Ambiente (ESA) del Área de Articulación Social de la Secretaría de Extensión, dependiente del Rectorado pero con sede en el CICUNC y el área de Marketing. Ambas áreas contaban con iniciativas respecto a la gestión de residuos orgánicos y coincidimos para trabajar en conjunto.

21 de diciembre de 2022, 16:28.

imagen Balance de la prueba piloto de compostaje en oficinas de la UNCUYO

Zoe Palmes (Programa ESA) junto a Silvina Barbanente y Pamela Peterle (Marketing)

Desde el Programa de Economía Social y Ambiente (ESA), trabajan con cooperativas de recuperadores/as urbanos/as y conocen la importancia de una buena separación en origen (es decir, en el mismo lugar donde se generan los residuos) para mejorar las condiciones laborales de las personas que recuperan las fracciones de residuos secos, como plástico, cartón, vidrio, entre otros. 

Con el objetivo de que todas las integrantes del equipo de ESA conocieran y aprendieran a compostar es que se comenzó en mayo a separar los residuos orgánicos y reciclarlos dentro de la oficina. Al tiempo de iniciar se decidió difundir e invitar a las personas que trabajan en el CICUNC a conocer este proyecto (para derribar el mito de que en espacios chicos o cerrados no se puede compostar, o de que genera mal olor) y a aportar con sus residuos a la compostera. “Durante una de nuestras difusiones tuvimos la suerte de coincidir con el equipo de Marketing, ellos nos contaron que tenían un proyecto de compostaje que no habían podido implementar debido a la pandemia. Fue así que comenzamos a trabajar juntas, cada área encargada de tareas definidas”, expresó Zoe Palmes, integrante del Programa de ESA. 

“Entendemos el compostaje institucional como una herramienta, que además de permitir reciclar una de las fracciones de los residuos sólidos urbanos más contaminantes, sirve como punto de sensibilización ambiental, donde la institución que lo lleva adelante, asume un rol activo y responsable, lo que trae aparejado beneficios múltiples y colectivos”, agregó Palmes. 

Cómo se menciona en el Manual de Compostaje del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación entre los beneficios del compostaje institucional se observa que “al ser valorizados in situ, los residuos orgánicos no ingresan en el circuito municipal reduciéndose así los costos económicos asociados a la recolección, transporte y disposición final; la emisión de gases de efecto invernadero, malos olores, proliferación de plagas y enfermedades y la generación de sustancias que contaminan aguas subterráneas, aire y suelos. A su vez, se potencia la separación en origen de los materiales reciclables (papeles, cartones, vidrio, plástico y metales), propiciando que éstos lleguen limpios y secos para su manipulación por los/as recuperadores/as urbanos/as”. En nuestra casa de estudios ese servicio lo ofrece la cooperativa COREME, con quien se trabaja desde hace muchos años.

"De manera complementaria, contribuye de manera significativa con la responsabilidad ciudadana al plantear el reencuentro del generador con su propio residuo, deconstruir la noción de “lo desagradable debe ser desechado” hacia una concepción de una materia prima valiosa. En tal sentido, es preciso revisar hábitos: primero, evitar desperdicios de alimentos; luego, separarlos adecuadamente; finalmente, tratarlos mediante compostaje, producir compost e iniciar una huerta. Como ocurre en la naturaleza, lo que se genera localmente, se transforma localmente. Esta práctica comunitaria favorece la creación y fortalecimiento de lazos entre miembros de una misma organización o institución, y obra como una referencia en la gestión local e integral.” (Natan & Silbert, 2022).

Algunos resultados del Proyecto Loop durante el año 2022 : 

  • Se generaron desde la inauguración del proyecto del CICUNC el día 16 de septiembre hasta la segunda semana de diciembre del 2022, un volumen de 570 litros de residuos, eso es aproximadamente 8 kilos de residuos por día. 
  • La compostera de 80 litros adquirida por el área de Marketing, más la compostera de 40 litros de ESA, resultaron pequeñas para la cantidad de residuos orgánicos que se genera en el CICUNC y Rectorado. Por lo que se tuvo que vaciar varias veces la compostera en una compostera particular, para poder continuar con el proceso dentro de la institución.
  • La falta de espacio en la compostera, hizo necesaria la articulación con el área de Obras de la Universidad que vienen implementando cambios orientados a la sustentabilidad en sus trabajos. Ellos construyeron un cajón (con maderas donadas por la cooperativa COREME) con dos módulos para poder vaciar las composteras y tener más espacio para compostar. Además aportaron hojas secas del jardín para adicionar al proceso.
  • El proyecto abarcó sólo los residuos de yerba, café y té, por lo que podría aumentarse la cantidad de residuos reciclados si se incluyeran los restos de frutas.
  • Participaron muchas personas que se comprometieron con el proyecto separando los residuos orgánicos, algunas de ellas fueron voluntarias y se responsabilizaron del vaciado de los tachos en la compostera.
  • El involucramiento del personal de limpieza del CICUNC, Telma, Camila y Walter fue clave para el proyecto, fueron quienes identificaban cuando había algún problema y también fueron percibiendo y transmitiendo los cambios que empezó a generar el proyecto: reducción del uso de bolsas, y cantidad de vaciados de tachos diarios, entre otros.
  • Es importante resaltar la necesidad de contar con una persona encargada del manejo de la compostera, para garantizar que el proceso salga bien y no se estigmatice la práctica por descuidos durante alguna etapa del compostaje. 
  • El proyecto permitió que personas que trabajan dentro de institutos o facultades dentro de la Universidad se motivaran y empezaran a gestar redes, para replicarlo en sus lugares de trabajo. Quizás el año que viene se vean los resultados de estos procesos que se vienen dando.

Desde el proyecto concluyen que “fue una prueba piloto de compostaje exitosa, tanto desde el punto de vista ambiental, por la cantidad de residuos que se reciclaron y por las personas que se involucraron y adquirieron un nuevo hábito, pero sobre todo resaltamos el resultado de la articulación entre diferentes áreas de la universidad. Esta prueba de trabajo colaborativo da cuenta de que es posible articular para generar proyectos de mayor alcance e impacto, donde cada espacio aporta sus conocimientos y experiencias”. 

 

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