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UNO: Temen serios daños en la ex escuela Mitre

Mientras el CRICYT estudia el deterioro, el edificio está apuntalado y se desvió el paso de peatones por la vereda

09 de diciembre de 2004, 12:12.

Peor que nunca se ve el casi centenario edificio que perteneció a la escuela Mitre, en San Martín casi Yrigoyen, de Ciudad. El frente luce una nueva grieta, se nota que ha empeorado una rajadura en una de las paredes laterales, está apuntalado con gruesos maderos, se ha desviado el paso de peatones y está cercado y rodeado por cintas que indican “peligro”.

Sin embargo, se desconoce el real alcance de los daños que tiene por dentro y por fuera este establecimiento, que quedó muy dañado con el terremoto de 1985 y es Patrimonio provincial. La idea es restaurarlo. Pero para tener un diagnóstico de sus problemas –sobre todo en los estructural– y saber cómo se lo puede intervenir, el Gobierno de Mendoza le pidió un informe al Centro Regional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CRICYT), que se presume estará en unos días más.

Desde la Dirección de Patrimonio informaron que por lo pronto y “por cuestiones de seguridad” se decidió cerrarlo, ya que hasta hace poco ahí funcionaban diversos talleres artísticos y se empleaban algunas habitaciones como depósito para escenografía de la Fiesta de la Vendimia de Capital. Eso pese a que el año pasado desde esa misma dependencia habían indicado que el edificio se encontraba en estado “crítico severo”.

La escuela Mitre fue inaugurada en 1906 y funcionó ahí hasta mediados de la década de 1980, cuando el sismo dejó muy dañado el edificio (ahora tiene uno nuevo en San Juan casi Morón, de Ciudad). Hace 12 años, fue entregado en comodato por el Gobierno para actividades de la Federación Gaucha, el Coro de Ancianidad, la Asociación Folclore de Mi Tierra y un elenco de teatro. El año pasado, hubo polémica por el desalojo de esos grupos debido a que la Subsecretaría de Cultura quería emplearlo para un museo de la Vendimia. Ahora, la idea es buscar espacios alternativos para que sigan funcionando mientras se realizan las reparaciones, ya que se prevé instalar ahí la Escuela Regional de Cine y Video.

A principios de octubre pasado, UNO lo recorrió. En el interior, el grueso de las paredes están descascaradas y varias muestran grietas, se ha retirado el cielo raso de los techos de caña y paja, muchos vidrios de las ventanas están rotos y hay dispersos elementos de escenografía. El exterior, amén de las rajaduras, tiene la pintura deteriorada, los mármoles de las escaleras partidos o trizados y las puertas redecoradas con graffiti. Ahora, el CRICYT estudia cuáles son los daños estructurales de ese bien patrimonial en el cual estudiaron miles de mendocinos.

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