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UNO: Sábado 16: En Mendoza hay unas 15.000 personas adictas a las drogas

En un encuentro sobre esta problemática varios expositores insistieron en despenalizar su consumo

18 de octubre de 2004, 10:50.

La cantidad de personas adictas a los estupefacientes en Mendoza podría ascender este año a 15.000.

El dato surge de estimaciones basadas en estadísticas cruzadas de la Justicia federal, las organizaciones de lucha contra la droga y la Policía y fue dado a conocer ayer por el juez federal Jorge Roberto Burad, primer expositor de la “Primera jornada sobre la problemática de la drogadicción en Mendoza”, que se realizó en el auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas.

En su amplia exposición, Burad reveló los resultados de una encuesta realizada en escuelas secundarias mendocinas: el 64% de los jóvenes encuestados dijo haber consumido estupefacientes alguna vez, por curiosidad, mientras que 1 de cada 3 estudiantes consultados admitió que tiene “un amigo que es adicto a las drogas”.

Según el sondeo, 3 de cada 10 chicos ha sido invitado a consumir drogas, y en los colegios testeados se encontró que 4 de cada 10 escuelas muestran problemas por el abuso de sustancias ilegales entre los jóvenes.

Organizada por el Círculo de Suboficiales de la Policía Federal Argentina, esta jornada estuvo marcada por un tono favorable a la despenalización del consumo y por una visión amplia y humanística sobre las causas de la adicción en general.

En la apertura, la vocera de la Defensoría General de la Nación, Norma Susana Fontemacchi, subrayó que “en el tema de las drogas, es momento de que los adultos nos miremos al espejo y nos encontremos con nuestras propias responsabilidades”. En este sentido, citó palabras del doctor Atilio Alvarez, quien como juez de menores ha dado una larga lucha en la Justicia federal para que los adictos no sean considerados delincuentes, sino enfermos “meros consumidores y trafiadictos atrapados en un mundo infame que los delincuentes adultos han armado”.

“Somos una sociedad adictiva, nuestra cultura es adictiva, es voraz, ansiosa y posesiva, por lo tanto engendra y forma a sus hijos en estas actitudes”, dijo citando al doctor Alvarez.

En esta jornada la adicción se definió de varias formas diferentes e innovadoras, pero se señalaron dos definiciones fundamentales: la drogadicción surge de la “pérdida del sentido de la vida” y es la “búsqueda del placer para evitar el dolor”.

Como contrapartida a estos vacíos, los primeros expositores de la jornada, Fontemacchi y Burad propusieron “remedios” similares. Fontemacchi citó al presidente de la Federación Latinoamericana de Comunidades Terapéuticas, el padre Gabriel Mejías, y señaló que “cuando miramos al otro, cuando sabemos compartir, cuando tenemos esperanza, estamos siendo preventivos”.

Burad, basándose en los casos de consumo de drogas que han llegado a su estrado en estos años, admitió que los problemas de adicción están ligados, en 90% de los casos, al alejamiento de los afectos familiares, y que la droga más que un problema legal “es un problema existencial, educativo y de distribución de la riqueza, tanto espiritual como material”.

“Esto no se combate con millones de dólares invertidos en la guerra contra el narcotráfico, como propone Estados Unidos, sino forjando los vínculos comunitarios que han sido destruidos”

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