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UNO-Domingo 26: El chino se acostumbra de a poco

Los primeros 15 días fueron duros para el profesor que vino a enseñar su cultura. Ahora dice que está mejor y aprovecha las vacaciones en las universidades locales para asesorar a exportadores

27 de diciembre de 2004, 12:52.

La primera experiencia del profesor de chino Kaixian Chen con nuestro país fue un verdadero sufrimiento argentino. Sin embargo, lo peor ya pasó y Chen ya trabaja medio día en ProMendoza asesorando a la entidad exportadora y a los interesados sobre su país de origen. “Viví momentos agradables y desagradables. Pero son las cosas de la vida. Ya estoy a gusto aquí”, afirma en un perfecto español. Profesor en castellano y especialista de literatura española e hispanoamericana, Chen ha llegado a Mendoza no sólo para enseñar chino mandarín. Su tarea implica además poner al tanto a funcionarios, empresarios y cualquier interesado sobre lo básico para entablar relaciones con el gigante de Oriente. No obstante, como se dice aquí, no se la llevó de arriba. Hace casi un mes llegó a Mendoza y los primeros 15 días fueron muy duros. Gracias a la oficiosa gestión de unos conocidos que lo escucharon lamentarse, recién la semana pasada pudo conectar internet en el pequeño departamento de 50 metros cuadrados que le proveyó la Provincia. “Me sentía solo y aislado”, afirma. Y no fue todo. Venir a la Argentina le demandó la módica espera de cinco meses de trámites que le costaron U$S1.200. Ya por estas tierras, los sinsabores del momento no iban a darle tregua. En una de las universidades locales donde va a enseñar chino a partir de marzo le dijeron que iba a tener que dictar clases ocho horas por día. El profesor Chen se quedó blanco. ¿“Ocho horas? ¿Por qué tanto? En China doy seis horas semanales ¿Para qué? Uno se cansa y no rinde bien. Además, ¿acá no se investiga, no se planifica, no se hacen proyectos?”. Tuvo que intervenir la ministra de Economía, Laura Montero, para que las horas de clases de chino sean muchas menos. Vino a dar clases de chino pero llegó para las vacaciones. Kaixian Chen continuará en ProMendoza hasta que vuelvan las clases y puede, además, enseñar chino. Mientras tanto, con una sonrisa siempre amigable, sencillo y atento, seguirá al menos por un año con la aventura argentina.

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