Las autoridades de la UNCuyo crearon en el 2008 la secretaría de Relaciones Internacionales e Integración Regional Universitaria para atender las demandas sociales, científicas y educativas que surgen de los procesos de internacionalización, integración y desarrollo en el marco de la cooperación solidaria.

La existencia de redes como la del NOA (Noroeste),  la del NEA (noreste) y  la de la AUGM (Asociación de Universidades del Grupo Montevideo), marcó la necesidad de una nueva red que abarcase desde La Rioja hasta Tierra del Fuego. Es así que la UNCuyo promovió y contribuyó a consolidar luego la creación de la Asociación de Universidades Sur Andina, AUSA el 8 de abril de 2009, en la Ciudad de Mendoza.

Esta innovadora red realiza desde su creación variadas actividades a través de programas que apuntan a mejorar la cohesión social y territorial mediante el uso de las tecnologías de la información y comunicación y su participación en ferias internacionales. Concretó un trabajo conjunto con los gobiernos locales en los comités de integración por los pasos a Chile, además de la creación de aulas virtuales, movilidad de docentes, alumnos y personal de apoyo académico. Además gestionó la Red Getec con especialización para gerentes tecnológicos, entre la Universidad Nacional de San Luis, la de Cuyo, la de Río IV (Córdoba) y la de Villa María (Córdoba).

Realizó además una propuesta del dictado semipresencial de una Diplomatura en Prospectiva. Participó en el Acuerdo del Maule (Chile) para la implementación de un relevamiento tecnológico en las universidades miembros de la AUSA que se ubican geográficamente en el marco del acuerdo.

Trabajó también  en la puesta en marcha de una productora de medios audiovisuales de la AUSA; un estudio de la conectividad para optimizar la comunicación entre los miembros de la Red y posteriormente, poder hacerlo con interesados en Chile. Además creó el departamento de Coordinación Regional Universitaria y, con respecto a las membresías internacionales, evaluó las vigentes dentro de la AUSA, hizo una propuesta de asociatividad para que no se produzcan vacantes y analizó las que no se utilizan.

En el caso de la movilidad estudiantil se ofrecen becas durante un semestre, con reconocimiento académico de las materias cursadas en  las universidades miembro. Se financia el transporte de ida y vuelta, el alojamiento, comida y cobertura médica primaria.   

La concreción de este proyecto de la red AUSA es innovador en la historia de las universidades argentinas ya que su instrumentación no tiene antecedentes formales en el País.  Institucionalmente propicia consolidar la integración regional por compartir realidades similares.

Las universidades que conforman el eje Sur Andino como Asociación acrecientan su propia institucionalización al formar parte de un supra organismo que las contiene. Además genera la necesidad de una mayor institucionalización como bloque para afrontar las distintas variables de interacción y  proyección hacia otros ámbitos y organizaciones. Se acrecientan así las posibilidades de acceder a oportunidades más difíciles de lograr de manera individual.

Los datos de AUSA

La Red que conforman la Asociación de Universidades Sur Andina, AUSA, (www.ausa.edu.ar) está integrada por 8 universidades nacionales ubicadas en La Rioja (Universidad Nacional de Chilecito), San Juan (Universidad Nacional de San Juan), San Luis (Universidad Nacional de San Luis), Mendoza (Universidad Nacional de Cuyo), Neuquén (Universidad Nacional del Comahue), Río Negro (Universidad Nacional de Río Negro), Chubut (Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco) y Santa Cruz (Universidad Nacional de la Patagonia Austral) y por 7 facultades regionales de la Universidad Tecnológica Nacional; con un total aproximado de 117.500 estudiantes. Se extiende sobre superficie regional de 1.190.799 km2 y la cantidad estimada de 5.074.000 habitantes.

Se puede conocer su objetivo fundamental en la cita que refleja su creación. “La Asociación de Universidades Sur Andina (AUSA) tiene por finalidad principal impulsar el proceso de integración regional a través de la creación de un espacio académico común ampliado, en base a la cooperación científica, tecnológica, educativa y cultural entre todos sus miembros y en diálogo permanente con la sociedad”.

La integración como objetivo está presente en los estatutos y se explicita en actividades y propuestas entre las que se pueden mencionar; fomentar la movilidad interregional de investigadores, docentes, estudiantes y personal de apoyo académico. Se propone también estandarizar los planes de estudio; impulsar programas de educación a distancia compartidos; propiciar acciones de articulación interregional e internacional para promover la integración sudamericana y la cooperación internacional.

Otro de sus propósitos es también que sus miembros difundan los avances del conocimiento e interactúen con la sociedad; así como  incrementar la disponibilidad de conocimientos y capacidades profesionales y técnicas; establecer mecanismos efectivos de comunicación para favorecer la transmisión de la información y el aprendizaje, que permitan a su vez, el diálogo con los distintos sectores de la sociedad.

Además analiza la demanda de Educación Superior de la región y la posibilidad de proponer ofertas articuladas.

AUSA demuestra que las redes universitarias pueden ser herramientas que facilitan la convergencia y la cooperación entre protagonistas académicos y no académicos, privados y públicos, para enfrentar con éxito los nuevos desafíos emergentes del contexto global y nacional. Permiten, no sólo la transferencia de tecnología, sino en un nivel cualitativamente superior, la cooperación de grupos de individuos e instituciones con objetivos comunes, con mayor o menor grado de proximidad. 

Estas redes también establecen alianzas estratégicas de carácter cooperativo a fin de compartir conocimientos, recursos, capacidades e información. Construyen un espacio de trabajo común con un importante grado de conectividad, concertando los modos organizativos de asociatividad, las responsabilidades recíprocas, los derechos y obligaciones de cada participante y la necesaria mirada hacia la contraparte. Esto les permite presentarse en bloque a otras regiones dando así respuesta a las necesidades de su entorno económico y social, que contribuye de forma activa a su desarrollo.