Un confuso episodio se vivió ayer por la madrugada en el Rectorado de la UBA. Según la versión oficial, tres ladrones, encapuchados y portando armas de fuego, maniataron a los serenos y se llevaron expedientes de relativa importancia, diversa documentación protocolar y algunos objetos de poco valor, como medallas y un grabador digital.

"Todo esto es muy raro, porque violentaron siete oficinas, pero no se robaron nada costoso. Por caso, no fueron a la tesorería ni se llevaron computadoras o cámaras digitales. No sabemos qué buscaban, porque tampoco entraron a la oficina donde están los sumarios. Lo único que hicieron fue revolver papeles y romper cajones y armarios", explicó el secretario general de la UBA, Carlos Más Vélez.

Los funcionarios universitarios ya realizaron la denuncia policial pertinente y prometieron que, de ahora en más, profundizarán las medidas de seguridad para controlar el acceso y la salida de las personas dentro del Rectorado. Según la versión policial más firme, los intrusos ingresaron al edificio alrededor de las 20 y esperaron hasta la 1 a que se produjera el cambio de serenos para entrar en acción.

"Tenían muy buena logística y buena información de los movimientos internos, pero todavía no entendemos qué fue lo que venían a buscar. El incidente es demasiado confuso", resaltó Más Vélez.