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El Cornelio Moyano prepara al dinosaurio para el verano

20 de noviembre de 2008, 17:40.

Finalmente, ayer llegaron a Mendoza los restos del animal que vivió hace 84 millones de años en el sur provincial.

Después de permanecer varios meses varados en la Aduana de Ezeiza debido a problemas administrativos, ayer retornaron a la provincia los restos del dinosaurio hallado en Malargüe y que alcanzó fama mundial.
 
Los especialistas ya comenzaron a trabajar sobre las piezas recuperadas, con la intención de que, a partir de diciembre, los mendocinos y turistas que visiten el museo Cornelio Moyano puedan desentrañar los secretos del enigmático aerosteon riocoloradensis.

Para no generar falsas expectativas, vale aclarar que -al menos por ahora- no se verá el espécimen completo. Es que hay huesos que no han sido encontrados, por lo que sólo serán expuestas las piezas claves de la estructura y las que no corren riesgos de deterioro.
 
"Hay que pensar una muestra muy didáctica, con láminas y otros recursos para que la gente pueda entender cómo era este dinosaurio", explicó Diego Bosquet, director de Patrimonio de la provincia.

El funcionario adelantó que el Gobierno tiene la idea de construir réplicas en tamaño real, tanto de este ejemplar como del mendozasaurus (el gran reptil malargüino hallado en 2005). Sin embargo, esto llevará su tiempo pues la realización de las mismas es muy costosa y, según Bosquet, están buscando empresas locales interesadas en este tipo de inversiones.

Lo cierto es que ayer Mendoza recibió una particular encomienda. Por Expreso Escobar y aseguradas por Triunfo Seguros, tres cajas de madera de volumen considerable viajaron desde Buenos Aires. En su interior, divididos en 36 bultos y protegidos con yeso, se encuentran los restos de este ejemplar que conmocionó al mundo de la paleontología, al erigirse como el primer hallazgo que permite emparentar a los dinosaurios carnívoros con las aves (ver aparte).

Restitución

El 29 de setiembre fue la presentación en sociedad del espécimen mendocino. Entonces se informó que los huesos estaban varados en Ezeiza, ya que habían sido sacados del país para ser estudiados en los Estados Unidos, pero que enseguida iban a ser "repatriados". El trámite se hizo esperar y las culpas por las demoras enfrentaron a la provincia con la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ).

Según Bosquet, esta casa de altos estudios debía cerrar el circuito administrativo, ya que ella había gestionado su salida. Semanas atrás mantuvo una reunión con las autoridades académicas, quienes consiguieron el permiso de la Aduana.

Pese a que los responsables del hallazgo habían prometido devolver los restos a Malargüe, Bosquet dijo que se quedarán en el Cornelio Moyano porque es donde están inventariados. "El número de inventario es como el DNI de las piezas, es el que le señala a cualquier científico del mundo en qué repositorio se encuentra esta información milenaria", dijo Bosquet.

Un eslabón que los une a las aves

‘Huesos con aire del río Colorado', ésa es la traducción literal del nombre que le asignaron los arqueólogos que lo descubrieron a orillas del este río del Sur provincial, en 1996. El hallazgo marca un hito en la paleontología mundial, pues implica haber dado con el eslabón perdido entre los dinosaurios y las aves.

Así lo manifestaron los investigadores de la Universidad de Chicago -Paul Sereno-y de la Universidad Nacional de San Juan -Ricardo Martínez y Oscar Alcober- en su presentación en setiembre, de la cual se hizo eco la National Geographic y los medios científicos del mundo.

El aerosteon riocoloradensis es el primer espécimen (de la familia de los allosauridos) que se encuentra con características concretas de haber tenido un sistema neumático similar o igual al que poseen las aves. Genéticamente, las aves están dentro del grupo de los dinosaurios. Sin embargo, hasta el momento, no se sabía cuán parecida era la fisiología de ambos animales.

Aunque todavía quedan muchas cuestiones por responder, este hallazgo realizado en el sur mendocino mostró que los dinosaurios -tal como los conocemos en la actualidad tuvieron una fisiología similar a la de los pájaros en lo que a su sistema respiratorio respecta.

El animal tiene un valor importante por su especialización y rapidez. Este dinosaurio carnívoro vivió hace 84 millones de años -en el Cretácico Superior- y se movía por estas tierras con un cuerpo que medía unos 9 metros de largo.

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