Mendoza dio un paso muy importante hacia un desarrollo más justo, sostenible e inclusivo. Representantes de Brasil, México, Chile, País Vasco, Mar del Plata y Uruguay, entre otras ciudades, protagonizaron el Primer Encuentro Iberoamericano de Regiones y Comercio de Impacto.
Como anfitriona del encuentro, y nexo a nivel internacional, la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), fue escenario de la tercera y última jornada del encuentro. Durante la apertura de las actividades desarrolladas el viernes, la rectora Esther Sanchez destacó: "Lo más potente de esto ha sido este intercambio de experiencias, comentar qué se está haciendo en cada una de las regiones en pos del bienestar, en pos de la sostenibilidad económica, social, ambiental, cultural, ética".
"Cada una de estas regiones está exponiendo estos avances, pero lo más importante es esta convicción, esta conexión entre distintas regiones para que esto se transforme en un fenómeno que se expanda, que se amplíe. Porque si no trabajamos en conjunto, si no cocreamos, si no construimos, no va a ser posible un futuro", concluyó Esther Sanchez
En un momento donde el mundo busca nuevas rutas para el desarrollo social, económico y ambiental, la Regional Impact Trade Alliance (RiTA) emerge como una respuesta concreta, colaborativa y profundamente territorial. Más que una iniciativa, se trata de una organización catalizadora, una alianza de potenciales regiones comprometidas con evolucionar hacia un modelo de triple impacto, para desde ahí crecer sosteniblemente a través de la inserción en el comercio internacional, desde sus propias capacidades organizacionales, culturales y productivas.
Para enfrentar los desafíos actuales, entonces , resulta necesario pensar colectivamente, sabiendo que las soluciones deben de venir no solo por 197 Estados Naciones, sino de cualquier territorio con la capacidad organizacional para desarrollarse, reconociendo su unicidad como valor de propuesta único para el comercio internacional.
RiTA propone que sean precisamente los territorios que acompañen y potencien los esfuerzos de las naciones para acelerar y multiplicar el cambio, volviéndose el verdadero motor de impacto. Cualquier territorio, sin importar su tamaño, puede convertirse en una región denominada Impacto Regional de Origen (RIO), si desarrolla las capacidades necesarias para gobernarse con integridad, alinear sus recursos a una visión colectiva y operar bajo principios de triple impacto.
Durante tres días de trabajo estratégico, los representantes regionales cocrearon los tres pilares que abrirán una ventana de esperanza a los potenciales territorios.
-
Gobernanza: Estructura por la cual la organización se ordenará, velando por la colaboración, el intercambio y la evolución continua.
-
Modelo sustentable económico: La sostenibilidad financiera de esta alianza para procurar la multiplicación del desarrollo.
-
Estándares de Verificación: Criterios por los cuales se definirán qué es una región de impacto.
Cada pilar se diseñó tomando en cuenta las diferentes estrategias y soluciones ya implementadas de cada región participante, para procurar un resultado eficiente en constante evolución. Se trató de construir una base común que permita operar en red, atraer inversión coherente, escalar soluciones y dar visibilidad internacional a los territorios que apuestan por un desarrollo diferente.
Con Mendoza como anfitrión y símbolo de esta nueva etapa, RiTA dio un paso firme hacia el reconocimiento global de las regiones como actores clave en la regeneración de las economías y el comercio internacional con impacto.
Este encuentro marcó el compromiso y la responsabilidad de cada una de las delegaciones presentes, y otras potenciales regiones de impacto, a través de una declaración en constante construcción, firmada por cada participante, uniendo a todos hacia un mismo objetivo.
El próximo encuentro de RiTA se celebrará en el País Vasco, en mayo del 2026, con el propósito de fortalecer las herramientas comerciales para regiones de impacto y lanzar las primeras verificaciones de RIOs.