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“Lo que unifica al rock es una constante crítica de la sociedad”

El rock nacional, como movimiento social, representa hoy como ayer, un modo de construcción de  identidades entre los jóvenes. ATPA consultó al sociólogo Marcelo Padilla sobre las relaciones entre el rock, la política y la ideología que se establecieron históricamente.

13 de abril de 2006, 18:11.

Por Karen Yusef

karenyusef@yahoo.com.ar

Departamento Cultura

13/04/06. En Argentina, varias generaciones de jóvenes han sido testigos de cómo un género musical, como el rock nacional, se transformó en un movimiento social. A lo largo de su historia, este movimiento fue un refugio para el desarrollo de nuevas y desafiantes identidades juveniles y un espacio de encuentro de una actitud poética para resistir a las formas ideológicas impuestas.

La definición ideológica de un género musical como el rock nacional es una construcción social que cambia en el tiempo, que desde sus orígenes, pero con más vehemencia en la dictadura militar de los 70, se estableció como el estandarte más representativo de los jóvenes; personajes que en la cultura del miedo solo podían ser vistos como sospechosos.

Con el retorno de la democracia, este movimiento se convierte en un medio para gritar verdades y reclamar justicia. Así como en la dictadura el rock representó una ideología que resguardó a los jóvenes, en libertad el rock es una vía más de expresión.

El rock antes del rock nacional

Si bien el rock tuvo su origen en Estados Unidos e Inglaterra, se puede decir que a partir de 1950 aparecieron los primeros antecedente del rock nacional: una versión criolla denominada “música de progresión nacional”, donde los músicos locales cantaban en inglés los éxitos de las estrellas del “rock and roll”

El rock and roll se impuso como una filosofía de vida en contra del sistema capitalista, sostenida por una cultura juvenil que se expandía en el mundo, y que a finales de la década del 50 llegó a la Argentina gracias a un modelo económico desarrollista, que no sólo importaba capital sino también cultura. “En Argentina, al igual que en Estados Unidos e Inglaterra, la música fue sólo una parte de una compleja actitud de vida caracterizada por un profundo cuestionamiento de la sociedad”, afirmó Pablo Vila en “El rock nacional: género musical y construcción de la identidad juvenil en Argentina”.

Pero la característica distintiva que va a signar al rock nacional es la inexistencia de una ideología estable, que cambia a través del tiempo y en relación a los diferentes estilos que subyacen en el género y a la diversidad de sectores sociales involucrados en diversos momentos de su historia.

El rock nacional como movimiento social

La juventud argentina adaptó a su realidad los  ideales “rebeldes” provenientes del exterior, y se identificó con ellos, para, de esta manera, constituirse como un movimiento que se va a expresar a través del rock. El carácter de movimiento social lo adquiere por el grado de representatividad, de construcción de la identidad y de organización.

Al respecto ATPA consultó al sociólogo Marcelo Padilla: “El rock va cobrando más características de movimiento en la medida en que avanza el nivel de conflictividad social en la Argentina a partir de los 60. En este marco de conflictividad se produce una resignificación a partir de la cual se empieza a desarrollar el movimiento del rock nacional con algunas banderas propias, se empieza a componer en castellano, aparecen los primeros maestros que van a ser los que forman las escuelas de rock y sus estilos”, dijo Pidilla.

En 1967, Litto Nebbia y Los Gatos dieron la primera estocada en lo que entonces se denominaba “música de progresión nacional”, con su simple debut, "La Balsa”. En esta década, la ideología que giró en torno al rock nacional fue sólo una de las tantas posibilidades con las que contó la juventud argentina para expresar su identidad. En ese entonces, el rock nacional construyó sus doctrinas, enfrentado, por un lado, a la música comercial y, por el otro, a las prácticas políticas de la juventud de izquierda. “El movimiento del rock comienza a aglutinar a aquellos que no se interesan por la política ni por el rock comercial, y que van a encontrar un sentido en los diversos estilos del rock. Ahí se puede decir que el rock empieza adquirir en Argentina características propias de rock nacional” afirmó Padilla.

También, en la década del 60, se estableció un conflicto dentro del rock nacional sobre el sentido ideológico de la palabra rock. En dicho conflicto se discutía quiénes ostentaban la ideología hegemónica del movimiento; en relación a esto Pablo Vila afirma que “Es necesario puntualizar que la ideología del rock nacional, de fines de los 60 y principios de los 70, mezclaba de manera muy particular temas de la realidad argentina con otros provenientes del escenario internacional.  Así, no es difícil encontrar letras y actitudes de los músicos que hacen referencia al compromiso con los jóvenes de la clase trabajadora, como lo hacían las versiones extranjeras, como por ejemplo, Billy Bond y la Pesada del Rock”

Pero, en la década del 70 se produce un cambio en la ideología del movimiento: de allí en más, el rock nacional no sólo va a representar a la juventud de la clase trabajadora, sino también a la juventud de la clase media. La presencia de la clase media  fue posible  por la incorporación, en el movimiento del rock, de Sui Géneris

Durante la dictadura, instaurada a partir del golpe militar de 1976, debido a la ausencia de otras agrupaciones sociales que permitan la  participación  de los jóvenes en espacios públicos, el movimiento del rock se convierte en el único ámbito en el que ser joven estaba permitido. De esta manera, asistir a recitales o juntarse con amigos a escuchar música era el refugio de los jóvenes argentinos, un refugio de sociabilidad, de complicidad, de placer en el que se intentaba resguardar la identidad que la dictadura militar negaba.

Como Padilla afirmó: “el rock y la política nunca se han llevado bien. Justamente la política fue eco de persecuciones, la juventud argentina tiene la mayor cantidad de desaparecidos, el 67 por ciento de los 30000 desaparecidos eran jóvenes de niveles secundarios, universitarios o agrupaciones barriales” Debido a esta situación el movimiento del rock durante el proceso se caracterizó por una gran diversidad de estilos y porque se dejó de lado los debates acerca de quiénes representaban la verdadera ideología del movimiento, ya que, la tensión estaba puesta en el mantenimiento de las identidades de los jóvenes y no en luchas internas musicales.

Fue en ese momento en el que se produjo un cambio de denominación que se corresponde con la función social que el movimiento asumía: “el movimiento paulatinamente cambia de nombre. Paso a paso se transforma en “rock nacional” en lugar de “música progresiva nacional”. Esto es así porque el rótulo rock aparece como más adecuado que música progresiva para la construcción de una identidad colectiva. En primer lugar, porque la palabra rock deja abierta la posibilidad de otras connotaciones además de la musical, y en segundo lugar, connota mucho más claramente a un movimiento juvenil que la denominación más ambigua de música progresiva.”, sostiene Pablo Vila en su libro.

En la época de Malvinas, el rock adquiere una dimensión significativa debido a la restricción política de la música extranjera, sobre todo cantada en inglés. Comenzó entonces, una re-nacionalización en el rock, donde el pop empieza a alcanzar una posición hegemónica dentro del movimiento, situación que se verá más explícitamente en democracia.

Con la vuelta de la democracia en 1983 y el permiso de participación de los jóvenes en otros canales de expresión, el movimiento recupera la heterogeneidad ideológica y de seguidores, que desde sus comienzos lo han definido.

A diferencia de épocas pasadas, el debate dentro del movimiento estuvo influido por los intereses económicos de las empresas discográficas, al modificar el recorrido comercial de la música: “el tradicional circuitode la dinámica rockera  que se basaba en recital-convalidación de la propuesta-edición del disco fue suplantado por otro que tiene su origen en el disco y el pago por pasada” concluyó Pablo Vila

En toda su historia, el rock nacional, como movimiento social que representa las identidades de los jóvenes de diferentes grupos sociales, ha convivido con  los gobiernos de turno y ha demostrado la importancia que el mismo movimiento ha tenido para sus seguidores como forma de dar pelea. “Lo que unifica el movimiento a nivel ideológico es una constante critica a la sociedad”  aseveró Padilla.

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