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La muestra de Chalo Tulián continúa abierta en el Espacio de Arte Luis Quesada

La muestra homenaje a Chalo Tulián “La mesa está servida”, inaugurada el pasado miércoles 26 de octubre, continuará abierta al público durante varias semanas. La entrada es libre y gratuita.

01 de noviembre de 2016, 13:28.

imagen La muestra de Chalo Tulián continúa abierta en el Espacio de Arte Luis Quesada

El Área de Patrimonio de la Secretaría de Extensión Universitaria está llevando a cabo una nueva muestra de arte, en esta ocasión en un reconocido homenaje al artista “Chalo” Tulián, quien fuera también docente durante muchos años de la Universidad Nacional de Cuyo.

 

La muestra, que fue inaugurada el miércoles 26 de octubre en el Espacio de Arte Luis Quesada, contó con la presencia del Vicerrector Dr. Prof. Jorge Horacio Barón, el Secretario de Extensión D.I. Julio Daher y su compañera de vida Estela Labiano, que dijeron sentidas y afectuosas palabras hacia el escultor.

 

La exposición está compuesta con parte de su obra denominada “La mesa está servida”, un total de 11 esculturas que engalanan el Espacio de Arte “Luis Quesada”. Dicho homenaje forma parte “Las Joyas del MUA”: una serie de exposiciones trimestrales artísticas, en las cuales se presentan y ponen en valor el Patrimonio artístico de la Universidad Nacional de Cuyo de la mano de nuestros principales referentes regionales.

 

La muestra se podrá visitar de 8:00 a 20:30 con entrada libre y gratuita y una duración aproximada de dos meses.


 

Palabras de Estela Labiano sobre “La Mesa está servida de Chalo Tulián” (11 de junio de 1947 - 25 de febrero de 2016).

La mesa era para él un símbolo de la razón, del equilibrio. Sin embargo, intervienen en ella elementos fantásticos, aparecen semillas metálicas con pinches, frutos con tentáculos, con arabescos, cuerpos extraños que rompen y re-significan la mesa volviendo la parte de algo sin razón aparente.

La presencia de estas obras nos habla de él: personaje silencioso y enigmático de pensamiento profundo y emotivo que se manifestó en la acción con la materia. No sólo le preocupó dominar el oficio de escultor, sino indagar en aspectos filosóficos, biológicos y espirituales.

Chalo era un escultor inteligente y provocador, que construyó ideas y sueños con su cabeza, su corazón y sus manos. Como él, sus obras pueden producir incomodidad y muchas preguntas, porque están alejadas de lo romántico y fácilmente gustoso.

La conexión con su historia, su origen Comechingón y sus afectos lo acompañaron siempre y le aportaron lo sensible a su vida y a sus creaciones.

En estas mesas no podemos tomar un vino, ni sentarnos a comer porque Chalo nos puso algo difícil de digerir, quiere hacernos pensar y nos molesta para que salgamos de la rutina y exploremos otros mundos posibles.

Estela Labiano. Octubre 2016.

 

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