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Se recibieron de ingenieros con un robot que explora terrenos inestables

Juan Valeriano Sanjurjo y Federico Sebastián Sesto se graduaron de la carrera de Mecatrónica de la UNCuyo luego de crear un novedoso aparato móvil articulado que se controla de forma inalámbrica. Es un prototipo con forma de araña que puede desplazarse por superficies inclinadas, blandas e irregulares.

04 de enero de 2018, 14:28.

imagen Se recibieron de ingenieros con un robot que explora terrenos inestables

Federico Sebastián Sesto (izquierda) y Juan Valeriano Sanjurjo (derecha) luego de presentar su trabajo final.

Como proyecto final de la carrera de Ingeniería Mecatrónica de la UNCuyo, Juan Valeriano Sanjurjo y Federico Sebastián Sesto confeccionaron el Robot Hexápodo de 18 GDL, un aparato móvil articulado de 6 patas de 3 grados de libertad cada una, y que se maneja por mando electrónico e inalámbrico.

A los graduados de la facultad de Ingeniería les llevó 2 años diseñar, programar, poner en marcha y evaluar el funcionamiento del novedoso prototipo, para el que invirtieron 13.500 pesos. Los dirigió en su investigación el profesor Eduardo Iriarte, y los evaluaron los ingenieros Roberto Haart, Gabriel Julián y María Susana Bernasconi.

Por emular la forma de una araña, el robot puede realizar un movimiento libre de tres patas para obtener los desplazamientos deseados y, a la vez, que las otras tres patas estén fijas para asegurar su estabilidad. También puede hacerlo con 2 patas por vez o incluso moverlas de a una y que las 5 restantes soporten el peso transportado, aumentando la capacidad de carga del robot.

Su principal característica es su efectividad en la exploración de superficies inclinadas, blandas e irregulares, que permitirá a futuro la adaptación a cualquier tipo de terreno y la omnidireccionalidad en su movimiento. Es un prototipo base que podrá adecuar sus funciones para situaciones críticas e inesperadas.

El robot se compone de 18 motores, un sensor, 6 patas, 3 articulaciones en cada una, batería integrada, un elemento que mide la tensión de la celda de las baterías, receptor inalámbrico, placa controladora y un módulo de regulador de voltajes. Se calcula que tiene una autonomía de una hora y media.

Por su esfuerzo y perseverancia Federico Sebastián Sesto recibió en 2017 la distinción María Elisa Norton Farmache, en reconocimiento a sus méritos excepcionales para concluir sus estudios. El ingeniero tiene una discapacidad que limita su movilidad pero que no le impidió graduarse. “La clave es no bajonearse, el título se alcanza si es lo que uno desea, hay que sacrificar muchas cosas, fines de semana y salidas con amigos, pero vale la pena el esfuerzo”, afirmó.

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