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Contra la guerra y por la democracia

El Consejo Superior de la UNCuyo resolvió, en sesión extraordinaria celebrada el miércoles 19, adherir a una declaración pública contra la guerra, difundida recientemente por la Red de Megauniversidades de América Latina y el Caribe, a la que también adhirió el Comité Ejecutivo del CIN. A ese documento, el Consejo de la UNCuyo añadió una explícita expresión de condena de los regímenes totalitarios y su apoyo a la vigencia de la democracia en todos los países del mundo.

19 de marzo de 2003, 19:27.

La declaración universitaria es la siguiente: “Los Rectores de la Red de las macrouniversidades públicas de América Latina y el Caribe reunidos en la Universidad Nacional Autónoma de México, obedeciendo el imperativo legal y ético de pronunciarnos sobre los más acuciantes temas de interés general, sumamos nuestra voz al clamor mundial contra la guerra. “Con la guerra, el mundo de hoy quedaría expuesto a un desequilibrio aún mayor del que ya vive, y se perdería una oportunidad histórica para plantear una defensa estratégica y enérgica del multilateralismo, única salida al intento de dominio total de una hegemonía ejercida por uno o unos cuantos. El unilateralismo en la toma de las decisiones que concierne a la comunidad de naciones ha coadyuvado al despojo de espacios imprescindibles para la sociedad civil. Este legado de la guerra significa el inicio de una nueva era de barbarie que atenta contra el proceso civilizatorio que tanto ha costado a la humanidad. En pleno siglo XXI, la utilización de los avances científicos y tecnológicos con fines de destrucción y muerte de decenas de miles o millones de víctimas, constituye una negación de la inteligencia, del derecho y de la ética, que son los medios históricos de la política para limitar el abuso del poder. El mundo entero debe oponerse activamente al militarismo agresivo de cualquier cuño. Para ello es esencial reivindicar el respaldo a las decisiones de la ONU, encaminadas a encontrar una salida multilateral y una solución no violenta que incorporen el sentir generalizado de las naciones y sus pueblos. Conscientes del riesgo que enfrenta hoy la humanidad entera, condenamos en forma categórica la posibilidad de una guerra y convocamos a unir esfuerzos en defensa del derecho del derecho de los pueblos a vivir en paz y en defensa del uso del conocimiento, de la ciencia y de la técnica para beneficio de la humanidad.

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