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Arturo Fernández es el nuevo doctor Honoris Causa de la UNCuyo

El reconocido especialista en Ciencia Política, que dedicó sus esfuerzos de investigación a temas centrales de la vida política argentina, recibió la máxima distinción universitaria de manos del rector Daniel Pizzi. “Es un reconocimiento que es agradable recibir al fin de una trayectoria, de una vida. Son caricias”, expresó el académico.

14 de agosto de 2015, 14:05.

imagen Arturo Fernández es el nuevo doctor Honoris Causa de la UNCuyo

De izquierda a derecha: Arturo Aquilino Fernández recibió de manos del rector Daniel Pizzi la máxima distinción universitaria.

Por sus antecedentes profesionales y aportes al desarrollo de una Ciencia Política comprometida con los problemas argentinos y latinoamericanos, el Consejo Superior de la UNCUYO resolvió otorgarle al abogado Arturo Aquilino Fernández el Doctorado Honoris Causa, con mención especial al mérito académico-científico.

La cita fue en el aula 20 del Bloque de Aulas Comunes y Tecnológicas (BACT). En ese escenario Fernández recibió de manos del rector Daniel Pizzi el diploma y la resolución, en tanto que la decana de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Claudia García, le entregó la medalla correspondiente. El encuentro se concretó en el marco del Congreso Nacional de Ciencia Política que tiene como escenario a la UNCUYO.

La mesa académica la conformaron el rector Pizzi; la decana y vicedecana de Ciencias Políticas y Sociales, Claudia García y Silvia García; el homenajeado, Arturo Fernández, y el presidente de la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP), Martín D’Alessandro.

El Rector expresó su orgullo desde la UNCUYO por el reconocimiento a Fernández y luego analizó la historia de la distinción –que tiene que ver con el reconocimiento que hacen las universidades a personas que han tenido una trayectoria destacada– y para eso se remontó a la España del siglo XV.

Comentó, además, que por ese entonces se entregaba un birrete laureado –como símbolo del más alto título–, un anillo que lo certificaba y un par de guantes blancos, que significaban el componente ético que tienen que tener la gestión de las ciencias y el laureado en relación con la institución que lo reconoce. “Todos estos símbolos debemos recuperarlos, honrarlos, porque hay un juego de correspondencia en este galardón. Para nosotros es un honor esta distinción y al mismo tiempo esperamos ser correspondidos, porque Fernández va a ser un embajador de la UNCUYO en el mundo”, destacó Pizzi.

Por su parte, la decana Claudia García manifestó una profunda alegría por la distinción al académico, en nombre de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y recordó al abogado como alguien que "se siente hace muchos años parte de esta casa, quién colaboró mucho en la formación y en los planes de estudio de la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública de la Facultad, y se comprometió con muchos investigadores y estudiantes, a quienes dirigió”. “Creo que es un acto de justicia merecido poder honrarlo con el Doctorado Honoris Causa”, sostuvo la funcionaria.

A su turno, Martin D'Alessandro ponderó el rol clave que tuvo el homenajeado cuando presidió la SAAP y expresó que sin su presencia la institución no sería lo que es hoy y las múltiples actividades que encara tampoco podrían concretarse. "Tenemos un gran respeto intelectual por él y lo consideramos un verdadero maestro de la Ciencia Política", expresó.

A continuación, el nuevo Doctor Honoris Causa de la UNCUYO agradeció el reconocimiento a la Universidad y a colegas de la Universidad Nacional de Rosario y de otras universidades que lo felicitaron por el reconocimiento. “Es una distinción que es agradable recibir al fin de una trayectoria, de una vida. Son caricias, que pueden ser más o menos merecidas”, dijo emocionado.

Tras ello ofreció una conferencia titulada “La Ciencia Política que hice”, en la que repasó su trayectoria académica desde sus inicios. En ella destacó sus investigaciones sobre temas centrales de la vida política argentina, como es la temprana valoración del populismo latinoamericano. Allí resaltó el estudio de la problemática de los movimientos sindicales y ubicó el fenómeno del justicialismo como parte inescindible de ese populismo.

“Quizás el mérito principal de mi trayectoria como investigador en Ciencia Política es haberme ceñido a su alcance académico, tratando de que los resultados obtenidos en mis trabajos surgiesen de una observación de la realidad basada en datos y no de lo que me hubiera gustado que la realidad fuera”, expresó el académico.

Luego avanzó en su discurso al sostener que el problema central de la Ciencia Política “es venir después de los acontecimientos”. “En este sentido, yo no preví absolutamente la posibilidad de que resucitaran los nacionalismo populares, en general en decadencia, partidos neoliberales, que iban extinguiéndose. Yo no lo preví y apareció entonces Ernesto Laclau con su libro La  razón populista. Reconozco que hoy comienza una nueva etapa de la disciplina que está marcada por el maestro Laclau”, sostuvo Fernández. “Me hubiese gustado hacer más política comparada, estudiar todos los nacionalismos populares latinoamericanos, pero me dediqué mucho a la docencia, a la SAAP, entonces no hice quizás todo lo que pude haber hecho”, finalizó.

Breve presentación

Se graduó como abogado y escribano en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y se doctoró en Ciencia Política en la Universidad de Lovaina (Bélgica). Comenzó su carrera como investigador en la Universidad de Rosario y forma parte del plantel de científicos del CONICET, donde actualmente integra el Consejo Directivo del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales del CONICET (CEIL-PIETTE), donde incorpora una primera perspectiva politológica.  

Actualmente es profesor consulto en la UBA pero también dictó clases en la Universidad Rosario y del Salvador, y estuvo al frente de cursos de posgrado en las Universidades de Córdoba, La Plata, Entre Ríos y en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). En el exterior fue docente en la Universidad de Annaba (República de Argelia), de Lima (Perú), Autónoma Nacional de Honduras y Universidad de Carabobo (Venezuela). Colaboró en evaluaciones institucionales que hacen foco en las carreras de Ciencia Política; entre ellas, la evaluación externa de la UNCUYO.

Presidió la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP), fue miembro del Consejo Directivo de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política (ALACIP) y representante en los Consejos Directivos de la International Association of Political Science (IPSA).

Cuenta con más de una decena de libros de su autoría y la publicación de numerosos artículos científicos en revistas nacionales e internacionales. Sus contribuciones le permitieron realizar múltiples consultorías para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Fundación Centro de Estudios y Acción Social – IDEAS, que hoy preside.

Por su aporte al campo de la educación y las ciencias orientadas al estudio de la democracia de la ciudadanía y las instituciones políticas, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires le distinguió como “personalidad destacada en Ciencias Políticas y Sociales”.

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