06/F276
La deconstrucción de la mirada eurocéntrica sobre las culturas populares: modernismo y modernidad, la representación, tramas y mecanismos interpretativos. De los 30 al derrumbe neoliberal.
Deconstruction of the Eurocentric view on popular culture: modernism and modernity, representation, and mechanisms interpretive frames. 30 collapse of neoliberal.
Director: ZALAZAR, Oscar
Correo Electrónico: grupozero07@gmail.com
Co-Director: HIDALGO, Jorge
Integrantes: ANDRESEN, María Cecilia; DISTEFANO, Maria Graciela; MAURE, Mario; MOLINA GUIÑAZU, Milagros; NAVARRO, Juan José; SAHADE, Pablo; CHIAVAZZA, Pablo; ZABALA, Rosario; SORIA, Soledad; GARMENDIA, Iris; COLLADO, Andrés; ACIAR, Federico; FERNANDEZ, Laura; ZAMORANO, Mariano.
Resumen Técnico: Sin haber abandonado del todo el pasado, aparecen las exigencias del presente, en un rico y contradictorio proceso, todavía no del todo comprensible. Esta situación es la que hace necesario y urgente el diálogo, el intercambio, la discusión y la confrontación de ideas, de proyectos y de experiencias. Nos enfrentamos a la oportunidad de dar inicio a otras historias, a otros proyectos, enmarcados en otras formas de ver y comprender el mundo, ¿o no es este el cometido del arte contemporáneo?. Si como se afirma, el arte contemporáneo se coloca en el centro de las preocupaciones por la diversidad, la diferencia y el antiautoritarismo, su centralidad deviene precisamente de la puesta en crisis de las certezas del siglo anterior (desde el patriarcalismo hasta la “perdida de ciudadanía” producto de los procesos de reconfiguración neoliberal de nuestros países). Pensar nuestra paradójica situación supone poner en crisis nuestro modernismo/modernidad como herencia cultural de nuestra paradójica situación contemporánea. Modernidad, en nuestro caso es ideología estética y proceso social, modernismo como el gusto por el formalismo, los lenguajes puros, la experimentación y el arte por el arte, pero también el odio aristocrático a la cultura de masas: el monstruo, el fútbol y la radionovela en el 30-40, la televisión y la cultura popular del sesenta al final de la última dictadura militar. Modernismo como proceso social una vida moderna, construida entro los estrechos márgenes de la industrialización de la Bodega, semiartesanal, semi industrial, patriarcal y blanca, la iniciativa de los bodegueros asociados a la construcción del estado moderno provincial, producto de la articulación específica al mercado nacional, construido por un estado fuerte y disciplinador, ora dictado por militares y conservadores, ora avanzando los sectores populares, los vaivenes de nuestro siglo xx cultural, con sus dicotomías y falta de matices, con su obcecada permanencia en las disyunción exclusiva, civilización o barbarie, y su permanente recurso a la violencia, al asesinato y el exterminio del otro. Instalada como “sentido común”, las ideas del modernismo estético, y el puro deseo de la modernización, en realidad implementados como herramientas de los proyectos de articulación al orden neocolonial, organizados bajo la égida de la civilización, y sucesivamente, los cantos de sirenas de la industialización, el desarrollo y la “entrada en el primer mundo”, florescencias de una cultura artística fuertemente eurocéntrica, creció a veces, bajo la sombras de tenebrosas dictaduras, a veces, veladas en un esteticismo decadente y necesariamente descomprometido y pasatista, el arte mas radical corría tras un purismo y un lirismo ingenuo, mas propio del viejo arielismo, jamás toca la tierra, o bien destinado a una seca experiencia estética, mas bien obsesionada por una “vuelta al pasado patriarcal”, ilusorio paraíso fundacional ubicado siempre atrás en el tiempo, pero no ese tiempo liquido y envolvente tal como creyó Mircea Eliade que disfrutaban las comunidades “primitivas, sino el de la “siesta colonial”, como denunciara la generación del 37, hace ya dos siglos, es decir, el de la modorra ético/política. Sin duda no hace falta en el mundo del arte contemporáneo argumentar la necesidad de dar cuenta de las tramas y las articulaciones, los desplazamientos y las mutas fecundaciones entre distintos circuitos culturales como hyle de las nuevas practicas contemporáneas. Si en el horizonte actual, minimalista y antibarroco, se acomete contra el realismo mágico, y todas las asociaciones de la crítica contemporánea de esta línea, tal vez justamente denostada, el tipicismo, de donde deviene el relicto, la piedra del escándalo, lo regional hoy devenido local, es por que los ciudadanos de estos países estamos cansados de nuestros “representantes”. ¿Que significa esto para nosotros, para la situación local? La corriente internacional impone, pontifica y elimina. s sumaremos acritcamente a las novedades del presente o apostaremos al agenciamiento del proceso contemporáneo. Encontrar algunas de las respuestas, el análisis cultural de los artefactos de nuestra contemporaneidad, es la intención del presente proyecto.