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La renovada Biblioteca Central abrió sus puertas al público

Las mejoras, que ya están habilitadas, incluyen un nuevo piso de cemento allanado en la planta alta, una sala vidriada para capacitaciones y la limpieza del techo que mejoró la luminosidad natural. El rector Daniel Pizzi estuvo presente y se refirió a la modernización de servicios y recursos y al paso del papel a los materiales digitales.

10 de septiembre de 2015, 09:16.

imagen La renovada Biblioteca Central abrió sus puertas al público

La Biblioteca Central tiene piso nuevo, más luz natural y una sala vidriada para capacitaciones y estudio.

Es un espacio que cotidianamente ocupan cerca de 300 estudiantes. Jóvenes de diferentes carreras de la UNCuyo utilizan la Biblioteca Central como un lugar de estudio amigable, donde pueden reunirse en grupo, compartir mates y apuntes, utilizar pizarrones, acceder a internet y contar con el asesoramiento de bibliotecarios en la búsqueda de material bibliográfico e información útil para sus exámenes. La Biblioteca Central “Dr. Arturo A. Roig” renovó algunos de sus sectores para que sus usuarios le puedan dar más uso.

Las obras que la mejoraron permitieron abrir al público la planta superior que ahora cuenta con un nuevo piso de cemento allanado de alto impacto, que contribuye a sumar más limpieza e higiene al sector. Además se habilitó una sala vidriada en la planta baja que se utilizará para capacitaciones y estudio apartado y la obra de acondicionamiento total del edificio, que incluyó la limpieza de su compleja estructura de soporte del techo, que es casi completamente de vidrio.

Durante el acto de reapertura Horacio Degiorgi, director de las Bibliotecas de la UNCuyo (Sistema Integrado de Documentación, SID), agradeció a las autoridades por su voluntad de mejorar lo existente. Remarcó tres elementos que resumen la tarea de las bibliotecas en la Universidad y que se pueden sintetizar en la sigla SER: servicios, espacios y recursos. Las tareas de acondicionamiento de espacios, limpieza y creación de una sala vidriada de capacitación y estudio apartado constituyen una contribución al objetivo de mantener y mejorar los servicios, espacios y recursos disponibles para toda la comunidad académica.

Por su parte secretaria Académica Adriana García hizo énfasis en la inversión realizada y agradeció a las autoridades universitarias por dar espacio a los nuevos proyectos que se destacan por su función social más que por la modernización tecnológica. Destacó el rol de la Biblioteca y la responsabilidad social de su función. Recordó al maestro Arturo A. Roig, que da nombre a la Biblioteca Central, como alguien que hizo de las bibliotecas un emblema de la democracia y renovó el compromiso de hacer cada día un espacio más amigable para los usuarios.

El rector Daniel Pizzi reflexionó acerca de lo que debe ser una gestión exitosa y dijo que debe tener capacidad de aproximación, de interacción y de proximidad con los problemas, del contacto frente a frente con las personas que tienen una necesidad. Marcó como necesaria una profesionalización de las relaciones laborales.

Pizzi también se refirió a la modernización de los servicios y recursos, el paso del papel a los materiales digitales e imaginó un futuro a 20 años sin fotocopiadoras y con mucho menos papel en el circuito educativo, con un plan de acceso a los contenidos en diferentes formatos digitales, proceso en el que las bibliotecas están estrechamente involucradas.

Finalizó con la idea de que la educación es la clave para mejorar la República.

Mural por la memoria de los desaparecidos en la UNCuyo

La ex directora de las Bibliotecas de la UNCuyo, Isabel Piñeiro, fue la mentora del mural por la memoria “Entre la memoria y el olvido” de la artista Vivian Magis que se ubica en el hall de la Biblioteca Central. Participó del acto de reapertura de la Biblioteca y en la ocasión explicó que ya está aprobada una modificación del mural en la que se incorporarán los nombres de 18 personas desaparecidas que pertenecieron a la Universidad y cuyos nombres no figuran hoy.

Piñeiro añadió que gracias a una investigación publicada en el libro “Apuntes de la memoria. Política, reforma y represión en la UNCuyo en la década del '70” surgieron estos nombres y de allí la necesidad de incorporarlos al mural. En la lista figuran los padres de la recientemente recuperada nieta n°117, Gladys Castro y Walter Domínguez. 

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